DRACO'S SECRETS ✧ draco malfoy [✓]

𝖕𝖑𝖊𝖉𝖌𝖊 𝖔𝖋 𝖑𝖔𝖛𝖊

Larissa y Draco habían regresado al mundo muggle, luego de la ceremonia por haberse graduado.

¿Por qué en el mundo muggle?

Porque Draco se volvió una especie de celebridad, luego de que las cosas arriesgadas que hizo para ayudar a Potter, se hicieron conocer en un artículo del profeta.

Ahora Draco y de su novia, era de lo único que se hablaba. Dando a conocer que era la pareja de este y todos los años.

No los dejarían cenar en paz, si comían en un lugar mágico, por lo que Larissa sugirió hacerlo en uno muggle, ella conocía bien el mundo muggle, pasó su vida entera en él.

Entonces luego, de que ella le mostrara los lugares muggles más bonitos para cenar juntos, Draco hizo una reservación. 

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Al llegar, Draco colocó su mano en la espalda baja de Larissa. Ella tenía puesto un bonito vestido rojo, ajustado a sus curvas, de una hermosa y cómoda ceda. Draco por su parte, tenía uno de sus elegantes trajes negros, con sus típicos anillos en las manos.

Cuando entraron, Draco dio su nombre y los hicieron pasar a una de las mesas.

Se sentaron uno frente al otro, pidiendo un poco de vino del mejor que tenían.

Draco la observó, mientras ella sonreía mirando el lugar y tomó una breve respiración. -Lari... - dijo llamando su atención. -Tienes diecinueve... y yo tengo veinte desde hace una semana. - balbuceó.

Larissa se burló y asintió. -No me digas, Draco. - soltó con sarcasmo. 

Draco sonrió y estiró su mano, para envolver la de ella. -Eres la mujer más hermosa que he conocido... por dentro y por fuera.

Oh no... Larissa sabía por donde iba todo esto.

Ella asintió nerviosa, viendo como Draco lamía sus labios y luego metía su mano en la bolsa de su saco negro, sacando una caja de terciopelo. -Siempre he pensando que no quiero vivir mi vida solo, quiero... quiero formar parte de tu vida y quiero que tú seas parte de la mía. - abrió la caja, revelando un anillo precioso, con él un diamante brillante en el centro y levemente inscrito, las iniciales de Draco.

Larissa abrió los ojos sorprendida. -Draco... nosotros ni siquiera tomamos la terapía aún... eso puede ser dañino para algo que tiene posibilidad de funcionar. - murmuró nerviosa, sin querer lastimar los sentimientos de Draco. -Quiero casarme contigo, porque eres el hombre que amo, Draco. - admitió asintiendo. -Pero debes esperarme un poco... hasta que me sienta lista para formar una familia contigo, cuando crea que tengo la capacidad de cuidar a tus hijos, de cuidarte a ti... de amarte como lo mereces. - susurró con una pequeña sonrisa. -Soy una persona dañada, que te podría hacer mucho daño si no se repara... 

Draco asintió y sacó el anillo de la caja negra, tomándolo entre sus dedos. -Toma esto como una promesa de amor. - le dijo él.

Larissa ladeó su cabeza. -Prometo casarme contigo, solo dame un poco de tiempo para sanar mis traumas... de sellar mis heridas hasta que solo se conviertan en feas cicatrices. - le dijo Larissa, mientras Draco colocaba el anillo en su dedo.

Draco tomó la mano de Larissa con una sonrisa, mientras la veía sonreír con pequeñas lágrimas en sus ojos. -Yo besaría esas cicatrices por el resto de mi vida. - susurró.

Larissa sonrió y no dudó ni un segundo en ponerse de pie, para rodear un poco la mesa y abrazar a Draco. -Por supuesto que me voy a casar contigo, Draco. - dijo en su oído. -Solo dame un poco de tiempo.

Draco sonrió, mientras le regresaba el abrazo. -¿Es una promesa de amor?

Larissa asintió. -Es una promesa de amor, Draco. 

Y con eso fue suficiente para que Draco se pusiera de pie, con ella aún en sus brazos y estampar sus labios, fundiéndose en un maravilloso calor. Llenos de emociones, de nuevos planes, de nuevas promesas y secretos que compartirían juntos en la oscuridad y la pasión de la noche.

Ambos hicieron ese día una promesa de amor.

20 de julio de 1999