04.

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Ella estaba metiendo su libro de pociones a su bolso, no estaba muy segura si debía o no ir a la sal común de Slytherin, pero aun así tomó un poco de valentía y ahora lo estaba planeando hacer. 

Ginny la veía con una mueca de disgusto. —No puedes... quiero decir, Seamus se va a molestar mucho. — dijo en un tono bajo.

Larissa la miró sin tener la menor idea de si se estaba metiendo en problemas. —Necesito aprobar, no dejare de ir por celos. — murmuró mientras cerraba su bolso y colocaba su chaqueta. —¿Me vas a cubrir? — preguntó, haciendo una excusa en caso de que Ginny no quisiera ayudarla a esconderse de Seamus y llegar demasiado tarde. 

Ginny sonrió y asintió. —Le diré que estuvimos aquí, necesito hacer tarea de todos modos. 

Larissa sonrió y abrazo a su amiga. —Gracias, te quiero. — murmuró. 

Ginny asintió. —Ve, antes de que salga de las habitaciones de chicos... y si Malfoy hace algo no dudes en salir corriendo y gritar, dudo que en su casa sea bienvenido de todos modos. 

Larissa salió de la habitación, con las palabras de Ginny dando un poco de vueltas en su cabeza ¿Le haría algo? No... no se veía como esa clase de chico.

Ella caminó con la capucha de su túnica en la cabeza, no quería, ni deseaba que las malas bocas le hicieran saber a Seamus su camino en esa misma tarde. 

Ella estuvo fuera de la pared de piedra de la sala común de Slytherin, más rápido de lo que ella había pensado. 

Pronto ella suspiró y se dio cuenta que no recordaba la contraseña. Bueno, ella ni siquiera tenía la contraseña de la casa Slytherin, apenas hablaba con personas de su misma casa. 

Escuchó pasos detrás de ella y se dio media vuelta, esperando que le ayudaran a entrar, pero se encontró con un par de ojos grises. 

Él tenía el cabello rubio mojado por el sudor y el agua que seguro se había tirado antes en la cabeza, mientras que los mechones platinados caían de forma desordenada por su frente, su uniforme de quidditch estaba en él, dándole un aspecto diferente y atractivo, su escoba estaba en una de sus manos, mientras la inspeccionaba, esperando a que ella hablara. —¿Qué? — escupió de repente. 

Ella se sobresalto por la repentina brusquedad, para luego encogerse de hombros. —Pensé que quizás podríamos comenzar a trabajar desde hoy. — comenzó la castaña, pero fue interrumpida cuando él comenzó a caminar directo a la puerta detrás de ella. 

Él susurró la inaudible contraseña y la puerta se empezó a abrir de forma lenta. —Quizás luego, no estoy de humor. — murmuró de forma fría sin mirarla, sus ojos pegados a la puerta que se abría de forma lenta. 

Ella se dio media vuelta, viendo nada más que su espalda alta y recta. Ella entendió que no quisiera verla. —Yo entiendo que estés triste por lo que te han hecho, pero simplemente quiero entrar y me des el visto bueno de algunas cosas. — ella había estado hablando tan calmada, que ni siquiera notó que el chico rubio ya no estaba.

La dejo hablando sola.

Él simplemente se metió a su sala común y la dejo afuera de las mazmorras de Slytherin, hablando como una loca. 

Ella abrió su boca y frunció el ceño, pero luego su boca se curvo en un puchero y caminó de regreso a su sala común. —Ni siquiera me dijo la poción que quería que trabajáramos. — refunfuñó para ella misma.

Ella realmente estaba haciendo un esfuerzo por hablar con él, pero el chico simplemente se cerraba y ni siquiera estaban hablando de sus sentimientos, era solo un simple proyecto de pociones que tenían que realizar para obtener una nota alta al final del primer periodo. 

Pero claro, como siempre, Larissa creía que ahí estaba Draco Malfoy, arruinando todo como de costumbre ¿No le basto con ser un causante de la muerte de Luna? Porque la habían asesinado en medio de la batalla ¿Acaso eso no era motivo suficiente para que él comenzara a ser una buena persona? 

Ella no sabía si sentirse mal por él, por ser odiado por un colegio entero o quizá debería sentir odio, por dejar entrar a los mortifagos... tal vez debería sentir miedo, al final del día él era un mortifago... pero ¿Qué debería sentir? ¿Estaba bien si se sentía mal? 

Todo era un montón de revoltura en su cabeza, un montón de basura y estrés. Ella quería explotar. Bueno, su cabeza lo haría en cualquier momento si no dejaba de pensar en el rubio platinado que había sido grosero con ella hace unos momentos. 

La estaba confundiendo tanto y apenas habían formulado una conversación... si es que a las palabras frías que soltó en un par de ocasiones eran consideradas una conversación, cosa que ella creía increíblemente estúpido. 

Ella nunca lo había molestado para que él se comportara así, ella debería ser la chica grosera y fría con él. Él era responsable de muchas cosas... era un mortifago después de todo. Eso lo hacía mala persona ¿no?

Ella le tenía miedo, no podía negar eso de ninguna manera, pero a la vez... al mismo tiempo, después de ver el poco buen estado en el que se encontraba, ella quería saber un poco más de él. 

Quería saber porqué estaba tan molesto siempre, sus repentinos ataques de ira y saber que lo tenía tan abrumado... además de lo obvio. 

¿Acaso sus padres lo sabían? ¿O eran sus padres quienes lo tenían así?

Simplemente Larissa creía que habían tantas preguntas sin respuesta, tantas preguntas formuladas en su cabeza por si solas, preguntas que solo él sería capaz de responder, porque solo él conocía la verdad. Su verdad. 

Muchas veces Larissa se preguntó si era un villano en una historia mal contada, al final cada uno tiene su propia verdad... o tal vez era una victima más del lado de la oscuridad y nadie lo sabía, porque como siempre... era más fácil hablar. Siempre sería más fácil mover los labios, la lengua, soltar algunas risillas, algunos jadeos de asombro y palabras mentirosas a las que alguna vez llegamos, conclusiones que no tenían bases solidas y argumentos que las respaldaran, así como evidentemente estaban carecidas de acciones. 

Ella estaba un poco demasiado aburrida de las personas que veían el lado fácil, incluyendo a ella misma. Estaba tan horrorizada cada vez que recordaba la forma en que solo miró como sus amigos se burlaban de los menos afortunados, de quienes ellos creían monstruos. 

El mal estaba acabado, decían... pero ¿Realmente lo estaba? ¿O solo estaba acabado la parte más oscura del mal?

Parecía como si después de la guerra todos hubieran olvidado lo importante, lo que siempre se recordaban para no caer en la locura en tiempos de oscuridad. 

Como si hubiera sido una especie de borrón y cuenta nueva. 

Todos tenemos un poco de luz y oscuridad... pura habladuría las que decían, luego de la guerra Larissa se dio cuenta como todos seguían siendo las mismas personas alzadas. Creyendo que tiene la razón siempre, sobre todo. 

Luz y oscuridad... ¿Acaso no hay punto medio? Todos tenemos luz y oscuridad fue mal interpretado por la gente del mundo mágico, todos tenemos luz y oscuridad, pero siempre hay un poco más de alguna, una siempre nos termina dominando al final del día... haciendo de ello un color blanco y negro... un gris. 


DRACO'S SECRETS ✧ draco malfoy [✓]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora