Velztek

(Capítulo 3) Hogar

La oscuridad nuevamente llenaba mi mente, aún intentando moverme no podía ver ni sentir nada, estaba atrapada en un vacío temible y sin posibilidad de escapar.

-TODO ES TU CULPA! TE ODIO!

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Una fuerte voz retumbaba en mi cabeza, pero no lograba reconocerla se escuchaba alto pero a su vez distante, sentía el dolor y la rabia en cada palabra, enojo y tristeza.

Aun sin poder sentir la mayor parte de mi cuerpo la sensación de dolor era muy real.

La voz se detuvo mientras en la cercanía escuché un sonido más, un suave llanto que me llamaba, una voz tenue y débil pero que desapareció cuando una luz me forzó a despertar de aquel sueño.
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-Eh.....estoy viva? El carnero...

Mirando a mi alrededor en busca de aquella criatura acabe observando una escena que no esperaba, mi cuerpo libre del peso del carnero y su cuerpo alejado de mi.

Aún tras haber luchado lejos del árbol ahora me encontraba recostada junto a el.

-Porque? Estoy segura de que estaba debajo de él....logré liberarme?

No entendía nada pero ahora eso no era importante..

-ja ja....jajaja Lo logre! No eres nada para mí!, yo... yo gane...lo logré! que bueno, que bueno.. *lagrimear*

Gritaba ante mi logró mientras de mis ojos brotaban lágrimas de alivio, aunque mi cuerpo estaba lleno de moretones y rasguños había valido la pena, sabía que en cualquier momento podría morir pero logre sobreponerme, sin embargo nada en esta vida se podía conseguir sin un costo.

-......Ahh!, duele!, duele!, Arde!, Porque arde tanto!?

Comencé a llorar con más fuerza debido al dolor que sentía en todo mi cuerpo, no podía pensar con claridad ahora, aunque antes no le prestaba atención por la adrenalina ahora no podía soportarlo, esta experiencia había sido horrible, los roces con esa lana metálica que raspaba mi piel con solo pasar a mi lado en esas envestidas, el golpe de su envestida en un costado de mi cuerpo y luego el chocar de espaldas contra el árbol, el mantenerme de pie y forzar mi cuerpo más de lo que debía con tal de sobrevivir, todo acumulándose en un terrible dolor.

Mis brazos y piernas dolían más en particular, había extrañas manchas negras que marcaban mis extremidades y justo de ellas es de donde venía la mayor parte del dolor.

-*Lagrimear* snif.....(No llores, no llores)

Espero que esto no sea algo grave...

No es momento de estar llorando, debo ponerme de pie y continuar, no tengo heridas letales pero aun así es peligroso quedarme expuesta, el cadáver de esa cosa podría atraer algún problema adicional.

Espere unos cuantos minutos mientras intentaba verificar el estado de mi cuerpo, las heridas que conseguí, los golpes, verificar que no tenía nada roto o en una posición extraña.

Las manchas negras que al principio me preocupaba ahora parecían desaparecer lentamente.

Intentaba acompasar mi respiración con el fin de recuperar el aliento y así lograr ponerme nuevamente de pie.

-Qué bueno que todo salió bien...

Con un suspiro pesado y dando un vistazo al cuerpo muerto de aquel carnero observe aquella rama que me había ayudado en mi contienda, tras atravesarlo está misma se había fragmentado, con mi arma rota solo pude agradecer por haber sobrevivido.