(Capítulo 2) Depredador

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El calor del sol sobre mi piel de alguna manera se sentía muy reconfortante.

-Es a esto a lo que llaman libertad? Es muy agradable....incluso podría quedarme así siempre aunque no sería lo adecuado

Mis orejas ya se secaron aunque a mí cabello le falta un poco, trate de sacudirlo y escurrirlo un poco, de igual manera mi cola se estaba secando poco a poco, por suerte el pelaje no dejo que se empapara más que la capa exterior.

La piel expuesta ya se secó correctamente, ahora solo es esperar.

Aun debo encontrar un refugio en esta zona, tengo acceso a agua y con respecto a la comida.

grrrr......

Debo encontrar algo, buscar algún tipo de fruto podría servir pero no sé qué haría si fuese venenoso.

-En el rio no hay peces?

Aun cerca de la orilla fije mi mirada al agua en busca de alguna señal de vida, y para mi sorpresa sí que la había aunque esta era más pequeña de lo que esperaba.

-Parecen sardinas

Son peces grises y muy pequeños apenas pude notarlos entre las rocas por su color, si los atrapara podría intentar cocinarlos pero como no se hacer fuego podría perder mucha energía.

Mi cola y cabello parecen haberse secado así que mejor dejare eso para después, por ahora buscare algo más sencillo mientras exploro esta zona, un refugio ahora es primordial, si llega la noche no podría asegurar mi bienestar.

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Todo está listo, tras pasar una media hora al sol todo mi cuerpo se había secado y finalmente pude ponerme nuevamente la ropa.

Ahora cubierto me dispuse a iniciar mi travesía alrededor de este terreno, estaba rodeado por el agua separándolo en cierta manera del resto del bosque así que para referirme a este lugar usare el término de "isla", no sé si sea del todo correcto pero funcionara.

-Lo primero debería ser una exploración

Trepando a uno de los arboles cercanos intente darme una vista general de la isla, no había formaciones rocosas a la vista, tampoco lograba ver el limite claro de la isla desde aquí aunque ya tenía claro que existía, lo que si pude observar fue un inmenso árbol que parecía estar al centro de todo, se veía lejano pero de alguna forma también resultaba atrayente, pensaba que quizás allí podría encontrar un buen hogar.

Con calma baje de aquel árbol y procedí a moverme en dirección al árbol mas grande manteniéndome alerta en todo momento, quizás en parte sea por la situación en la que me encuentro pero me siento más despierto que de costumbre, presto más atención a los sonidos extraños, mis ojos y olfato también parecen mejor desarrollados aunque esto es solo una opinión personal.

Los arboles parecen normales, veo arbustos con algún tipo de fruto que desconozco en ellos, colores variados en dichos frutos y algo de ruido de criaturas a mi alrededor, cosas pequeñas e inofensivas o quizás algún depredador asechando desde las sombras, no podría sentirme más tenso al pasar por aquí, es como si hubiese ojos observándome en todo momento.

Aprovechando el viaje recogí algunos frutos de distinto aspecto para poder verificar más tarde si eran algo que podía comer, para esto me saque las mangas que tenía mi ropa y envolviendo una de las aberturas de una de ellas prepare una especia de bolsa improvisada, mientras con la otra manga la usaría como guante para tomar los frutos y ponerlos en la otra manga.

Todo esto era por seguridad aunque quizás suene que estoy exagerando, esto continuo hasta que conseguí una buena y variada cantidad de frutos había llenado la manga y a su vez había llegado a mi destino.

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