𝐄𝐥 𝐬𝐞𝐜𝐫𝐞𝐭𝐨 𝐝𝐞 𝐆𝐮𝐥𝐟 |𝐌𝐞𝐰𝐆𝐮𝐥𝐟|

12

Molesto era poco lo que sentía Mew, jamás le perdonaría a su amigo y a su querido hermano que lo corrieran de su propia casa para que esos tortolitos tuvieran sexo, sabía el doble significado de "hablar a solas", ya buscaría la manera de vengarse de ese par de idiotas. No sabía que hacer, no tenía ni la llave de su auto y mucho menos su cartera para ir algún lado a distraerse, Win lo había sacado a patadas de su propio apartamento.

— ¡Ya sé! — sonrió — Iré a ver a mi Gulf y a Pollito — dijo levantándose del piso, dónde se encontraba sentado.

Afortunadamente, pero a la vez desafortunadamente para Mew, Gulf tomaba medicamentos para controlar sus feromonas para poder convivir con las personas, sobre todo era una forma de cuidarse de los alfas, su aroma no era tan fuerte ni tan llamativo como llamar la atención de los alfas, sin embargo, el alfa no estaba de acuerdo con  que tomara pastillas durante el embarazo, no deseaba ni quería que a "Pollito" le pasara algo, quería a ese bebé como si fuera suyo, claro que le decepcionaba un poco al no poder disfrutar a gusto el delicioso aroma a algodón de azúcar que desprendía el omega, pero era necesario para la protección del omega. Incluso el lo hacia, Gulf apenas y sabia y había olido el aroma de las feromonas de Mew. 

Mew se sentía un poco nervioso y ansioso, seria la primera vez que estaría a solas con su lindo vecino, pues todas la veces que iba a su casa era con la compañía de Win, pero eso no arruinaría la felicidad de estar a solas con el omega. Desde que había visto a Gulf estaba seguro que él era su pareja destinada, él y su alfa sentían tanta calma, satisfacción y plenitud con solo verlo y estar a su lado.

En conclusión, Mew no solo gustaba de Gulf, sino que también lo amaba, anhelaba tanto tenerlo a su lado, ser su pareja, quería ser feliz junto a éste y formar una familia, le importaba muy poco que el bebé que espera fuera de alguien más, amaría a "pollito" sin importar que, el sería su padre. El tema del padre de pollito era algo que no le importaba.

— ¡Tranquilizante Suppasit! — se regaño parándose frente a la puerta de su vecino, los nervios no le estaban ayudando mucho, la ternura y hermosura de su vecino le ponían los nervios de puntas. — Gulf... — apenas tocó la puerta esta se abrió, cosa que se le hizo muy extraño. — ¿Kana? — preguntó entrando al apartamento, apenas lo hizo un fuerte olor a algodón de azúcar inundó sus fosas nasales, involuntariamente se lamio los labios.— Gulfie — lo llamo cerrando la puerta de apartamento — Huele tan delicio...

— ¡unhg! ¡Ahg! ¡Aaahhh! — escucho los gritos de Gulf desde la habitación de éste, eso hizo alarmarse, corrió hasta la habitación.

Tal vez le pasó algo grave y necesita ayuda.

— ¡¡GULF!! — grito asustando abriendo la puerta del lugar

— ¡MEW AAAAAAAAAAAAAHHHHHHHHH!

Un grito de placer salió de la boca del omega mientras se corría al mismo tiempo que miraba directo a los ojos a su sexy vecino.

Una descarga eléctrica recorrió todo el cuerpo de alfa, miro con fascinación y excitación la escena, Gulf se veía tan jodidamente caliente y sexy sosteniendo el vibrador con una mano para evitar que saliera de su entrada. Gulf siguió mirándolo tratando de controlar su respiración, poco le importaba estar desnudo y con las piernas abiertas dejando expuesto su intimidad, por lo que le fue imposible a Mew no ponerse duro ante tan preciosa imagen, verlo aquel orificio hecho un desastre, su alfa despertó soltando un gruñido al ver ese aparato en el lugar que moriría por entrar, quería y deseaba meter su hombría en el omega y llenarlo completamente de su esencia

— ¡AAAHH! ¡¡Ayúdame Mew!! Por...¡agh! favor — gimió abriendo más su piernas como invitación a que el su vecino lo follara.

El dulce aroma del omega le estaba haciendo perder poco la razón y seguir sus instintos, solo bastó escuchar esas palabras para que Mew se arrancará la playera y corriera a la cama junto a su lindo vecino, el fuerte aroma a algodón de azúcar y las feromonas a cedro con pino que comenzaba a liberar el alfa se esparcieron rápidamente por toda la habitación