𝐄𝐥 𝐬𝐞𝐜𝐫𝐞𝐭𝐨 𝐝𝐞 𝐆𝐮𝐥𝐟 |𝐌𝐞𝐰𝐆𝐮𝐥𝐟|

14

Gulf no sabía si estar feliz o triste, por que "ya sabía" quién era el padre del hijo que está esperando, solo que se encuentra en un gran dilema. Si le decía a Bright del hijo que esperan, sentía que no se haría responsable, y terminaría perdiendo la amistad de Mew y Win, el omega lo odiaria por engañarlo y "alejar" a su alfa, sabía que Bright cortejaba a Win, además no quería alejarse de Mew. No podía decirle que el hijo que espera es de su mejor amigo, el alfa podía pensar mal de él por que había tenido sexo con ambos, no podía vivir con el desprecio y desilusión de la persona que quiere.

— Aaahhh, ¿Qué se supone que haga? — preguntó preocupado mirando su vientre, con la esperanza de que su hijo le respondiera.

No podía quitarle el derecho a su hijo de conocer a su padre, pero tampoco iba a obligar a Bright a hacerse responsable, después de todo Gulf estaba consiente de que el tenía la culpa de todo, si tan solo ese día hubiera tomando sus supresores no estaría en esta situación. Tal vez sería lo más correcto guardar el secreto así no estaría lejos del alfa, solo esperaba que su hijo no tuviera ningún pareció a Bright.

— Es lo correcto, esto será tu secreto Gulf — sonrió, ya había tomando una decisión.

Sería un secreto que guardaría hasta la muerte.

— ¡Kanawut, abre que el idiota de mi hermano y yo tenemos algo que darte! — gritó Win tocando el timbre del apartamento.

Gulf sintió una corriente eléctrica recorrer todo su cuerpo, la presencia de su vecino lo iba a matar de nervios después de lo que pasó ayer. Conforme lo iba conociendo a Mew, su forma de hablar, de vestir, de expresarse, la forma de dejarlo sin aliento, lo atento y caballeroso fue lo que hicieron enamorarse poco a poco de él, además de su buen físico y su rostro, pero sabía que esté amor nunca sería correspondido.

— ¡Voy! — gritó levantándose de sillón — Tranquilo Kana, tranquilo — se repitió para poder tranquilizarse un poco pero su corazón latía más de lo normal y las piernas la temblaban como gelatina. — Hola — saludo abriendo la puerta

—¡¡SORPRESA!! — gritaron los hermanos

El omega bajo la mirada y miró con fascinación el regalo que los hermanos, se trataba de una carriola clásica de color azul marino y blanco, con una cuna convertible de color blanco con pequeños bordados azules alrededor, el techo de tres pliegues de color azul, ruedas de color blanco y la estructura metálica de color plateado al igual que la barra de manos con un pequeño protector negro para las manos.

— ¡Es hermoso! — fue lo único que pudo decir, las lágrimas comenzaron a bajar por sus rosadas mejillas haciéndolo ver tierno y lindo, ante el alfa.

Las lágrimas eran debió a la alegría, sus hormonas y culpa que sentía, sin duda no merecía nada de los hermanos, ellos eran tan buenos con él y él les había fallando, en especial a Win, le había fallado dos veces, se metió con la persona que le gusta, de quien espera un hijo y había tenido sexo con su hermano mayor.

— ¿Por qué lloras Gulf?, ¿es que acaso no te gustó?, si quieres podemos ir a cambiarlo por el color que tú quieras, pero no llores — le pidió Mew preocupado tocando ligeramente el hombro de su vecino, no quería incomodarlo.

— No, me gusta el color, pero no me la merezco — contestó sin siquiera mirarlo, se sentía nervioso e incómodo, toda esta situación lo estaban volviendo loco.

— Claro no te la mereces, tonto — dijo Win — El regalo es para mi pollito — se burló poniéndose a la altura de la barriga de su amigo. — Espero que te guste, tío Winnie y el baboso de su hermano lo compramos con mucho cariño — le sonrió depositando un beso en el vientre del omega.

Al momento de besar el vientre de su "Gulfie", algo o más bien un olor familiar llego a su nariz, solo un par de segundos meditó con extrañeza antes de reincorporarse, no le daría importancia, tal vez era su imaginación, aún seguía un poco molesto con Gulf por abrazar a su alfa, pero no le pediría explicaciones, no quería saberlas.

— Bueno, yo los dejó. Iré a cenar con Bright así que me iré a arreglar, nos vemos — se despidió caminando hacia la escaleras.

El ambiente se puso incómodo entre el omega y el alfa.

— ¿Dónde la dejo? — preguntó el alfa tratando de romper el incómodo silencio. 

— Oh, en el cuarto de pollito, por favor — comentó señalando la habitación de su hijo.

— Si... — Mew entró al apartamento con la carriola pero de detuvo al llegar a la puerta de la habitación, sentía la necesidad de pedirle una disculpa por las estúpidas palabras que le había dicho en la mañana.— Gulfie — lo llamó, el omega lo miro. —  Yo te qu...

El celular del alfa sonó y al mirar su pantalla sintió un gran enojo al ver que se trataba de Amanda, si seguís molestándolo cambiaría de número, no le había bastado lo que le había dicho en la oficina hoy la tarde. Ya no la quería mucho menos la amaba como antes, la quería lejos de su vida.

— Mew — lo llamó tímidamente el omega, el alfa lo miro antes de regresar si vista al teléfono, Amanda seguía llamándolo.

— Gulf, me tengo que ir — le dijo Mew caminando hacia la puerta principal — Nos vemos luego

— ¡Mew, espera!

Gulf estaba dudoso en si pedirle o no el favor, tenía que advertirle a Bright que tuviera cuidado con el señor Choi, conocía a ese asqueroso beta y no se quedaría con los brazos cruzados, lo buscaría para vengarse. Quería decirle esto personalmente pero no tendría el valor, no quería más problemas con Win, pudo notar su molestia unos minutos antes, tampoco quería que Mew pensará cosas que no, pero era su única opción, además no tenía ni su número o algo con que comunicarse con él, Bright tal vez ni siquiera le dejaría hablar, no después de que provocó un problema con Win.

— ¿Qué pasa? — preguntó mirándolo curioso

— Por favor, tómalo — le mostró un sobre blanco, dudoso y confundido el alfa lo tomó entre sus manos antes de mirarlo. — No quiero problemas con Win o contigo, pero me podría hacer el favor de darle ese sobre a Bright sin que Win se enteré, por favor.