Inefable [COMPLETA ✔️]

CAPÍTULO 7

Brexley Monroe

Mis ojos examinaron a los dos chicos en frente de mí sin poder creérselo, todo era tan irreal, los chicos eran tan altos y... mierda eran guapos demasiado a decir verdad. Su cabello negro caía había todos lados, parte de su cabellera rebosaba su frente casi tapando sus ojos, sus cuerpos eran fornidos y se marcaban a través de la ropa que traían.

Si, aja, uno de ellos traía algo así como un chaleco negro, y de bajo de ella tenía una camisa manga larga de color negra, junto a un pantalón negro

Si, el chico tenía estilo y no se podía negar. Sus ojos eran de un color verde esmeralda al igual que el otro chico

Oh si, hablemos de lo que tenía puesto el otro. Bien, este traía un pantalón de vestir negro y un smoking del mismo color, este LITERALMENTE no tenía nada, ni una camisa o que se yo. Pero lo que si dejaba a la vista era parte de su pecho y abdomen que no voy a hablar de eso porque... nos daría un ataque cardíaco. Este traía puesto un collar de oro blanco al igual que su muñeca era adornada por un rolex blanco.

―¿Empezaremos ahora o tengo que esperar otros diez minutos a que tu amiga me escanee ?― la voz del chico hace que salga de mis cavilaciones sexuales para prestarles atención

―¿Sabes?, ahora que lo pienso ser madre estaría muyyyyyyy, bien si mis hijos llevan el apellido de alguno de estos dos papacitos ―murmure en dirección a Beca

El chico del smoking pasó una de sus manos por su cabello dejando a la vista su muy grande mano adornada con algunos anillos.

Bien, ser madre no estaría tan, ahora que lo pienso. Mi celular empezó a sonar e inmediatamente lo saque de mi bolsillo y me aleje de ellos para poder responder.―Funeraria las rosas, ¿Quién es el muerto que debo enterrar?―pregunte seria

―¿Brexley eres tú?―mis ojos se abrieron como paltos al escuchar la vos de mi madre, reprimí una carcajada y tome una bocanada de aire antes de hablar intentando sonar lo más normal y sería posible.

―Si mami.

Escuche un suspiro por su parte.―¿Estas con Rebeca?

Mire hacia atrás y vi a la muy perra sonriéndoles a los chicos que aún no conocía sus nombres, pero que si o si, serian mis esposos y los padres de mis hijos

―Si y ya me dijo lo que va a pasar.

―¿Estas segura de lo que quieres hacer?―pregunto desconfiada―Si no lo quieres hacer, sabes que no tengo problemas, pero si...

―Tranquila, si quiero hacerlo.

―Si esa es tu decisión te apoyare hija, en fin, te dejo para que sigas tragándote la comida ajena.―abrí mi boca para protestar pero ya era muy tarde ella ya había cortado.

Respire profundo antes de dar media vuelta y volver con los chicos. Rebeca me miro a la espera de que le dijera algo sobre la llamada.

―No tiene importancia.―dije. Ella entrecerró sus ojos en mi dirección antes de asentir un poco desconfiada

Los dos chicos ya estaban en una de las esquinas de la mesa mientras nosotras estábamos enfrente de los vasos, suspire nerviosa y pase mis manos por mi cabello desordenándolo. En fin, ¿Por qué coño nunca me puedo ver como una actriz de Hollywood cuando hago eso? .Niego con una sonrisa ante mis estúpidos comentarios antes de prestarle atención a lo que dice Rebeca

―Bien, creo que todos sabemos de qué va el juego. Al final el equipo que haya metido más pelotitas en os vasos del equipo contrario es quien gana, el perdedor...

―Y el perdedor tendrá que hacer lo que el otro le diga que tiene que hacer.―completo el chico de chaleco negro.

―¿Por qué la gente no viene con subtítulos?―le pregunte en un susurro a Rebeca.

―Bien, Micaela quiero que dejes de ser tan pendeja y por primera vez en tu vida estate seria y tomate las cosas en serio y no como un juego.

La mire de arriba abajo y me acerque a ella.―Para que eso pase, primita tendría que volver a nacer. Y lo siento mucho por ti si tu vida de amargada hace que quieras a pagar la felicidad de los demás.―ella puso los ojos en blanco y se cruzó de brazos, me gire y observe a los chicos―¿Saben hablar francés?

Esta verga de estar hablando solo español con gente súper contada que sabía hablar español perfectamente y otros idiomas era tedioso. Me hacía parecer asocial cuando no lo soy.

―Si

―Qué bueno, porque hablaremos únicamente en francés.―ellos asintieron sin decir nada más.

―Bien iniciemos.

Y fue así como comenzamos a jugar, eran pocos vasos pero aun así requeríamos de demasiada concentración o de mi parte; ya que me distraía demasiado rápido de mi objetivo. Yo era buena en este juego, pero ganas de ganar no tenía por lo cual deje de que la mayoría de pelotitas las metiera Rebeca quien parecía troncha toro enojada porque no metía ninguna.

En mi mano estaba la última pelotita que tendría que meter. Pero sabía mi destino yo no quería ganar y tal vez, solo tal vez Beca si pero yo no, y quien tenía la última acción en este caso era yo.

―Pobre de ti si la metes o si no...

―Pobre ya soy, y realmente no te tengo miedo Beca ―murmure con una sonrisa―Ay, mira qué bonito pajarito.―dije señalando el cielo oscuro.

Lance la pelota y esta accidentalmente no cayó en el vaso contrario, hice un puchero y me voltee a ver a Beca. ―Ups, creo que perdimos.

Muy aparte cada vez que perdíamos teníamos que tomarnos el vaso contrario y buenooooo...aquello ya estaba teniendo efecto en mi sistema

―Bien, hablen ahora.―murmuro Beca enojada puse mis ojos en blanco y me agarre de la orilla de la mesa al sentir todo dar vueltas

―Queremos algo sencillo Beca...―hablo el del chaleco negro que ahora sabía que se llamaba Alessio

―Yo estoy dispuesta a darte un hijo si es lo que quieres ―comente arrastrando las palabras

Joder, solo había tomado poco y yo ya estaba que me iba de boca al piso, como pendeja. Esto me recuerda por qué no bebo, pero me sentía tan bien que eso me daba igual

―Controla tu maldita boca.―gruño Beca.

Puse mis ojos en blanco y tome lo que quedaba de bebida en el vaso. Me agarre de la orilla de la mesa al sentir como todo a mi alrededor empezaba a dar vueltas nuevamente cuando intente ir a sentarme en el suelo, una carcajada broto de mi garganta a la vez que observaba a los chicos enfrente de mí, quienes parecían divertidos con las estupideces que hacía o decía.

Mi mente estaba en otra, realmente ni escuche lo que habían dicho que haría. Beca se volteo repentinamente hacia mi dirección al escuchar la canción que se estaba empezando a escuchar.

―¿Escuchas eso primita?―pregunte

Ella apretó la mandíbula y negó, intento cogerme del brazo pero la detuve.―No, no escucho nada. Ahora siéntate o juro que...

―A la mierda tú y tus amenazas de porquería ve y controla a la perra que tienes. Si no dejo que me controle mi mama menos dejare que lo hagas tu.―vociferé enojada antes de salir ―prácticamente―corriendo del lugar, la música invadió mis oídos y con ello empecé a moverme mientras seguía caminando hasta llegar al centro de la pista

Tome una de las botellas de la barra o eso creo, realmente la oscuridad que había no me ayudaba mucho pero me era perfecta para que Rebeca no me encontrara tan rápido.