CAPÍTULO 20

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Brexley Monroe

Me remuevo incomoda en mi lugar, la tarea me es difícil cuando tengo el brazo de Adriel alrededor de mi cintura pegando mucho más a su pecho. Llevo más de quince minutos en la misma tarea y no logro hacer nada, y esto realmente me es frustrante.

No le he dado cuatro patadas para que se despierta porque estoy de buen humor. Y mama siempre dice que las mañanas con buen humor son las mejores pero...¡¿Cómo se supone que mantenga un buen humor cuando me estoy despertando así?!

No me incomoda el hecho de que tenga a un gorila detrás de mí, lo incomodo es el calor que está haciendo y el estar pegada a él como si no estuviese pasando nada me...

Inhala...

Exhala...

Una vez más lo intento y es como si le hubiese dicho que no voy a volver si me suelta. Tomo varias bocanadas de aire antes de voltearme y quedar enfrente de su rostro. Ok, es muy hermoso cuando duerme, parece un angelito... de mierda que no me suelta.

―Adriel...-murmure moviendo su pecho.

Soltó un leve gruñido y se aferró más fuerte a mi cintura. ―¡Me vas a asfixiar joder!―grite golpeando su pecho.

Y el muy imbécil ni siquiera se movió, fruncí mi ceño y resople fastidiada. Bien, si no se despierta lo tendré que hacer por las malas.

Levante mi mano derecha que iba directo a su mejilla pero se detuvo a muy escasos centímetros de mi objetivo. ―¿Así despiertas a las personas?―pregunto con la voz ronca.

Lo mire enojada, intente hacer que soltara mi muñeca pero fue inútil. Antes poder hacer algo ya estaba debajo de su cuerpo. Una de sus manos tenía ambas de mis muñecas encerradas por encima de mi cabeza. ―Solo lo hago con los idiotas que se aferran a mí como si alguna vez me fuera a morir o a ir. ―conteste sonando enojada pero era lo menos que estaba pasando por mi mente.

¿Yo enojada con tremendo dios de olimpo?, jamás eso se debería considerar un pecado mortal.

Esbozo una pequeña sonrisa a medida que se inclinaba hacia mí, podía ver sus intenciones por lo cual hice a un lado mi rostro cuando hiso el amago de besarme. Se alejó de mí un poco, permitiéndome tener un respiro de tanta testosterona tan cerca de mí.

Lo observe a los ojos y estos estaban oscuros y sus pupilas dilatadas. ―¿Qué acabas de hacer?―pregunto sorprendido.

Apoye mi peso en mis codos y me acerque a él lo más que pude, ya que en la posición que estaba no me permitía sentarme como quería.―¿Qué he hecho?―pregunte desordenando mi cabello. Sus ojos me miraban fascinados y sorprendidos―Acabo de rechazar un beso de uno de los chicos Keller.

〖❃ - ❃ - ❃ - ❃〗

Baje las escaleras de la mansión acompañada de Adriel, me dolía el cuerpo por completo, pero solo recordar porque me dolía el asunto era algo que quedaba en el olvido. Ok, si efectivamente tengo que leer la biblia para ver si se me van estas cochinadas.

―Chicos, buenos días...―comento Sofía alagando la última frase.

Ok, si, en definitiva me había tomado muy enserio él; no te contengas poussin, me encanta escucharte. Por parte de Adriel.

Adriel quedo a mi altura y paso uno de sus brazos por mis hombros. Tape la mitad de mi rostro con mi cabello, avergonzada por lo que escucharon.

―Sofía, ¿Qué tal la noche?―pregunto como si nada.

Inefable [COMPLETA ✔️] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora