CAPÍTULO 38

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BREXLEY

Ya era sábado, y eran las cuatro de la mañana y yo estaba bañándome. YO realmente me estaba duchando, me sentía extraña al estar bañándome a estas horas de la madrugada, pero eso era lo que me tocaba

Lugo de que los chicos se fueran, efectivamente cinco minutos después apareció Crono con una sorpresa que sí, realmente era una de las malas. Durante dos horas estuve con él y hablamos sobre nuestra querida sorpresa para saber que íbamos a hacer con ella

Leah estaba en mi habitación guardando la ropa que si necesitaba realmente para el viaje hacia Alemania, al final si me toco mi sermón, pero esta vez no por parte de mi mama.

Cerré la llave y tire de la cortina de la ducha, y tome mi toalla. Estaba haciendo un frio, que no soportaba ni mi mama, y yo me estaba mojando. Realmente quería pescar algún resfriado o hipotermia

Lo importante acá es que...

―¡Auch!

Dios, es que yo era tan torpe. Me había resbalado al intentar caminar hacia el lavamanos, realmente mi vida era fiasco total cuando de mantenerme sin un golpe en mi cuerpo se trataba. Seque mi cuerpo y me coloque mi ropa interior junto al pantalón y la sudadera que tenía encima del lavamanos.

Al terminar de vestirme, peine mi cabello y lo deje suelto. Al salir del baño, observe las puertas del closet abiertas de par en par mientras Leah escuchaba una canción rara desde su celular. Lo que los hermanos no me habían dicho era que, para mi desgracia debía levantarme temprano si no quería llegar tarde a la reunión que harían en la isla privada que tenían.

Dios yo también, quería bañarme en dinero como ellos.

―¿Ya estas lista? ―pregunto Leah saliendo del closet.

Al final, no me iba acompañar, ya que al parecer su abuela se había enfermado y no sería nada bien visto, el hecho de que, mientras su abuela lucha por su vida. Ella este en una isla rodeada de millonarios. Lo bueno, era que al final Luna, Camila, Dexter, Alex y Noah iban a acompañarme.

Asentí, y me senté en la cama.

No había podido dormir mucho, durante la madrugada. Había estado dando vueltas en la cama sabiendo que este juego se había escapado de mis manos, ¿lo peor? No sé hasta qué punto, podríamos llegar.

Tenía miedo, de decirlo. De admitirlo, tenía miedo a decir en voz alta que al final del juego si termine enamorada... y no de uno solo, sino de los cuatros. Las cosas realmente se habían salido de control, al igual que las citas, los momentos graciosos y todo lo demás.

La peor mentira que me estaba diciendo, era que ellos simplemente lo hacían para demostrar realmente quienes eran los reyes de este juego y...

Me canse de bajar la cabeza y decir que solo es una broma, o que simplemente eso nunca va a suceder. Tengo que admitirlo y dejar a un lado, la parte de mí que simplemente me dice que no puedo volver a caer, que no puedo volver a alejarme sin haber aunque sea intentado confesar lo que sentía.

Los celos, ah, si eso que decidí ignorar. Como cuando, las chicas en Miami se les acercaron, como cuando pasábamos por los pasillos del instituto y las demás estudiantes se les quedaban viendo o intentaban hablarles yo...yo tenía esa necesidad, de acercarme a alguno de ellos, tocarlos, o simplemente sonreírles. Queriendo marcar territorio, eso realmente fue patético por mi parte.

―Lo estas sintiendo de nuevo, ¿cierto? ―pregunto Leah sentándose a mi lado.

―Lo hago Leah, y tengo miedo. ―murmure sintiendo mis ojos humedecerse ―Tengo miedo, a que me suceda lo mismo. No quiero volver a cometer el mismo error, no quiero sufrir de nuevo. No me quiero cambiar de ciudad por un chico, no quiero cambiarme de nombre por alguien, yo no quiero volver a ese infierno. No lo quiero volver a hacer.

Y todo tan, abrumador, porque las cosas solían salirse de control en cierto punto. Pero a mí siempre me sucedía esto, era tan fácil complacer cuando me tenían que enamorar. Que me daba miedo, que mi corazón estuviera en anos de una persona que no viera la fragilidad de él y termine de romperlo por completo.

Limpie las lágrimas traicioneras que habían caído de mis ojos, mientras en mi mente se reproducían una y otra vez las mismas imágenes.

―No volverá a suceder. ―murmuro tomando mis manos.

Gire mi rostro y la observe. ― ¿Y si vuelve a suceder?

Ella me dio una sonrisa y limpio mis lágrimas.

―Volveremos a escapar juntas.

〖❃ - ❃ - ❃ - ❃〗

Una sonrisa curvo mis labios, al observar quien venía hacia mí. Corrí en su dirección, sin importarme el resto de las personas. Enrolle mis piernas, alrededor de su cintura cuando me cargo. Bese su rostro una y otra vez, con una sonrisa. Él lo único que hacía era reír, haciendo que yo también riera.

Sus manos estaban inevitablemente en mi trasero, mientras él seguía caminando.

―Feliz cumpleaños, amargado de mierda. ―murmure riendo sin dejar de besar su rostro.

El rio y le dio un apretón a mi culo, haciendo que golpeara su hombro.

―Idiota. ―chille sin dejar de reír.

―Gracias. ―comento divertido.

Rodé mis ojos y me dejo nuevamente en el suelo, mire al resto con una sonrisa. ―¿Qué tal mis amores?

―Eres medio bipolar, ¿cierto? ―pregunto Aleissandro con el ceño fruncido

―Medio no, completa.

El sonrió y rodo sus ojos, me acerque a él y me coloque en cuclillas, para poder rozar mis labios contra su mejilla. Y así hice con el resto de los hermanos, que no parecían satisfecho con lo hecho.

―Dexter. ―mascullo Alessio mirando al rubio.

―Alessio.

Aleissandro beso mi mejilla, y coloco su mano en mi cintura. Los demás chicos estaban hablando más delante de nosotros, con Alex, Noah y Dexter. Pase mi brazo por la cintura de Aleissandro, y me apegue a su cuerpo.

Luna nos miraba con hastió, lo que hizo que riera.

―No seas envidiosa, lu. Luego te tocara a ti. ―comente llegando a ella sin soltar a Aleissandro.

Ella puso sus ojos en blanco. Y nos dejó ahí, sonreí satisfecha antes de elevar mi rostro y observar a Aleissandro. Aún seguía estando oscuro, a pesar de que ya iban a ser las seis de la mañana.

―Creo que deberíamos subir ya. ―comente observando sus ojos.

El asintió, bajo su cabeza un poco y...

Él me beso.

Sus labios no se sentían igual que los de Aleissandro, sin duda alguna. Solo estaban presionados contra los míos, como si el simple tacto lo satisficiera por completo. Mi cabello, hacía de cortina para aquellos que intentaran observar lo que hacíamos

Coloque mi mano en su mejilla, y moví mis labios. Sabía a menta y a otra cosa que no supe identificar, pero se sentía jodidamente bien, me pego más a su cuerpo, mientras su mano en mi cintura bajaba hacia mi culo

Mordí, y succione su labio inferior mientras suspiraba encantada por el momento. Tenía un mes que no tenía este tipo de contacto con otras personas, y más cuando dicha persona es la que...es la que me gusta.

―Había esperado tanto, para esto. ―murmuro Aleissandro contra mis labios.

Sonreí y volví a besar sus labios, su mano se posó en mi mejilla mientras acariciaba mi labio inferior, nuestras frentes estaban unidas mientras lo miraba a los ojos.

―Me gustas, Brexley ―murmuro dejando un beso en mis labios. ―Me encantas. 

Inefable [COMPLETA ✔️] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora