El inicio de la historia (**)

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Dánae 

la verdad a veces hacia daño. Desde muy pequeños nos enseñan que no es bueno mentir, porque nos reprenderían e inclusive podríamos ser castigados por nuestros padres, pero, eso a mi nunca me importo. Porque algo que tenia muy claro era que, si mentíamos hacíamos mal y nos juzgaban por haber hecho lo que hicimos, y si decía la verdad me iban a decir que había estado mal y me juzgarían de todos modos... entonces, ¿Qué mierda es la verdad?

No me preocupaba por investigar realmente que era eso, simplemente me apetecía saber cual era la moral que estaríamos inculcando a nuestros hijos cuando crezcan. Nadie debía mentir ni decir la verdad, porque aun, escogiendo la mas sensata igual seguirías siendo mal vista 

Desde que tengo consciencia, siempre me eh inclinado hacia las mentiras, la manipulación y el sabor satisfactorio que se queda en el paladar, cuando le mientes a una persona mirándola a los ojos. Creyendo que ellos tienen el poder sobre si mismos y el resto 

Una mierda que no se creen ni ellos mismos, pero que, nosotros nos encargamos de hacerles creer lo contrario. No hay personas buenas ni malas, solo hay personas que se dejan llevar por lo que dicen las personas o por la influencia que tiene sobre ellos. Las acciones, muy pocas veces, te hacen personas. Como hay personas que, con sus acciones te enseñan de una u otra forma cual es el camino por el cual debes guiarte y caminar hasta llegar al final de la meta 

Yo no me había formado de esa manera, desde que tengo memoria me he regido por una autoridad distinta. Era una james. Y los James eran miles de espejos alrededor de ti, solo reflejaban lo que ellos querían que vieras. Nunca reflejaban aquello que realmente debían realmente. 

La puerta de la habitación fue abierta, eran dos mujeres. El aroma frutal y uno exageradamente dulzón lleno mis fosas nasales y, aun así no eleve mi rostro. Seguí acariciando mi vientre como si no hubiera nadie en la habitación, acaricie mi vientre que ya se encontraba abultado y ojee una vez mas la revista en mi regazo. 

―Dánae esto es importante ― hablo Isadora. 

La ignore una vez mas y, pase una de las paginas de la revista conteniendo el pequeño quejido de dolor que quería escapar de mis labios, al sentir una pequeña patadita. 

― Supongo que, con importante te refieres a mi hija ¿no?―pregunte con suma tranquilidad 

La puerta de la habitación fue cerrada y, a continuación sus pasos me alertaban que, una vez mas teníamos problemas. Siempre era lo mismo, pero, de una u otra forma no lograban quitarme el sueño o siquiera lograban preocuparme. Nada ni nadie lograba quitar la calma que poseía. 

―No, Dánae. Estaba vez no se trata de ti, o de tu entorno. ―hablo Luz 

Chasquee mi lengua y negué. Despegue mi mirada de la revista y la hice a un lado, me levante de la cama y camine hasta estar enfrente de ella. 

―Aunque no lo creas, todo lo que pase a mi alrededor me involucra tanto a mi como a mi entorno. ―comente encogiéndome de hombros 

Sus ojos grises, tan fríos como el acero me observaban sin alguna pizca de emoción. Y de una u otra forma esa era su manera de demostrar cuanto me quería. Soltó un bufido se dio media vuelta y abandono la habitación, solté un suspiro seguido de una pequeña risilla. 

―Que poca paciencia me tiene, ―susurre en dirección a Luz mientras retrocedía hasta estar nuevamente sentada en la cama. 

―No es solo la paciencia de Isa, ―hablo acercándose a mi, observe sus orbes cafés con aburrimiento― esto es importante Dánae, no solo para tu madre si no para toda la familia. 

Solté un suspiro dándole aviso, para que pudiera explayarse para el tema. Camino hasta llegar hacia mi y se sentó a mi lado, cruzo sus piernas y entrelazo sus manos. 

―La cosas en el comando de Italia no están nada bien, —comentó e inmediatamente me tense — las cosas se descontrolaron a causa de que...

Conectores. Era lo único que se repetía en mi cabeza. Las señales estuvieron ahí todo el tiempo.

—Descubrieron la verdad, —murmure por ella, y me corregí al instante — bueno. No creo que todo, solo una minúscula parte de ella.

Isadora asintió de acuerdo, coloco una mano en mi rodilla y la apretó ligeramente. Intentando trasmitir no se qué...

—Sabemos quien fue y, tus padres ya se están encargando de todo.

Solté una risa baja, sin una pizca de alegría.

—Si claro, tanto así que, vienes a mi para que haga el trabajo sucio.

—Pero es lo que te gusta ¿no? —cuestionó rebosando seguridad en su tono.

Apreté mis labios y comprimí una pequeña sonrisa.

—¿Quién es, madre? —pregunté fijando mis orbes en las suyas.

Sus iris brillaron por instantes.

—Fue Louis Monroe.

No me extraño.

—¿Qué quieres que haga con él? —pregunté

Mamá curvo una sonrisa, que estaba muy lejos de ser la dulce y angelical que solía mostrar cuando hacía visitas a lugares importantes o tenía una entrevista.

—Quiero que acabes con todos los Monroe. Quiero que los destruyan tan bien, como lo sabes hacer.

Se levanto de la cama, y extendió un sobre en mi dirección. Sin dudarlo tomé el sobre y lo hojee por encima antes de volver mis iris azulejas a las de ella.

―Pero antes, jugare como siempre lo hago. 

una sonrisa maliciosa curvo sus labios antes de abandonar la habitación por completo. 


Inefable [COMPLETA ✔️] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora