En Wester Colleege nada es lo que parece.
Los chicos de la élite. Una élite conformada por seis chicos ardientes e inalcanzables, si, ardientes. Nadie sale de su círculo así como tampoco nadie entra.
Pero eso cambia en el momento en que una chica...
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Decker Collins.
Una alarma suena por todos lados, después la voz de Shaun gritando "El juego ha terminado" y ruidos en los pasillos.
Llevo algunos minutos esperando en la primer habitación del hotel, se me hacían eternos los minutos para que el anciano anunciará que este aburrido juego había terminado.
¿Fué fácil? Más de lo que debía.
Y después de una hora de arduo trabajo, me agote y decidí rendirme. De todas formas, no es secreto que esta apuesta es importante solo porque Theo y Exael suelen retarse con frecuencia entre ellos. Los demás no importamos, el centro son ellos y los rivales son y serán siempre ellos.
Así que solo sujeto mis llaves, y cruzo por el marco de la enorme puerta del hotel como una persona que pudo pasar estas horas de una mejor manera. Detrás mío salen personas que desconozco. Puedo notar en su caminar que acaban de salir de un buen polvo, en especial el chico que ha salido con marcas de labial en el cuello, y detrás de él la evidente causante. No entiendo si los pueblerinos son estúpidos o en verdad buscaban hacer de este juego algo sexual, porque puedo asegurar que la mayoría no ha salido con más de una maldita llave.
— Acerquense todos de este lado.— dice Shaun con demasiada emoción, tanta que me hace cuestionar si está en verdad es auténtica.
Sin embargo, como buen samaritano camino en su dirección. Posicionándome en la acera del hotel, frente a una multitud de gente que parece emocionada por ver cómo termina. Lo que me hace elevar la mirada y darme cuenta que, todo lo que ha sucedido fuera de las habitaciones ha sido visible para todos, así como verificar que las miradas de los pueblerinos en realidad no son unas llenas de emoción sino todo lo contrario.
Todos están en serios problemas...
Menos mal que no tengo a nadie que pueda reprocharme nada. A mí madre jamás le ha importado, y ni hablar de mi padre, aunque de ser asi, en realidad no habría nada que reprochar. He sido un chico bueno el día de hoy.
La energía de Shaun puedo percibirla como un intento de hacer ver al pueblo que la había cagado pero igual los animos nunca deben faltar. Cómo sea, veo salir a Exael seguido de Jean y Matt. Detrás de ellos, la imagen de alguien que se la ha pasado increíble: Jean incluso no se preocupo en abrochar bien su camisa. He de admitir que nunca pensé que renunciaría a una apuesta en la que Theo y Exael estuvieran involucrados. Pero tal parece que resultó flaquear ante la calentura.
— Todos los que no hayan conseguido una llave favor de incorporarse con el público.—dice y noto como una chica, al acercarse a quien puedo deducir es su madre, recibe una bofetada de su parte.
Quisiera acercarme y devolver el gesto. No hay nada de malo en disfrutar de tu sexualidad. Además en un juego o fuera de él, ella habría buscado la manera de hacerlo. No son las circunstancias las que te llevan a tener sexo, son los deseos.
