Contemos de nuevo una vieja historia para ver que tan bien la conoces.
Maleficent, herido, traicionado y sin alas por culpa Stephan, en quien había confiado pagando muy caro por confiar en un humano, se encuentra en un campo donde ve a un cuervo atr...
Han pasado los años y en el castillo, las sirvientes hablan sobre el nacimiento de una niña.
—¡Es una niña! —Dijeron las sirvientes.
Sentada en la ventana, en mi forma cuervo, escuché y rápidamente me dirigí a Maleficent.
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Estaba a punto de aterrizar cerca de Maleficent cuando me convirtió en humana. Tropecé frente a él.
Arquea una ceja mientras trato de recuperar el aliento, volar toma mucha energía.
—¿Bien? —preguntó ansioso por saber lo que sabía.
Dudé, recordando lo que había pasado la última vez.
—Bueno, verá, mi señor, no vi nada en realidad pero hay una...
—¿Qué?
Respiré hondo.
—Una niña. El rey Stephan y la reina Leah tuvieron una niña.
Maleficent sonrió. —Oh.
—La presentarán. Se dice que abra una gran celebración, todos los miembros de la realeza, los nobles de todas las tierras han sido invitados, excepto usted, mi señor —dije.
—Oh, eso es cierto, T/n. Bueno, ¿no vamos a hacer una aparición especial? — preguntó dándome una sonrisa maliciosa.
Asenti. —Por supuesto, hagamos que sea una celebración que no olvidarán.
—Qué maravillosa idea, T/n.
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──── 3rd pov────
Todo el reino salió a celebrar el bautizo de la pequeña princesa.
Gente de todos los entornos vino a la celebración, incluso un trío de hadas que buscaba brindar paz y buena voluntad.
El trío de hadas voló sobre la multitud.
—¡Oh, mira, ahí está la bebé! –Flittle, el hada azul, chilló.
—¡Adoro a los bebés! —Thistletwit, el hada verde, exclamó.
—¿Quieren concentrarse ambas? — Knotgrass, el hada roja, preguntó.
Las hadas se dirigieron al rey Stephan y la reina Leah.
—Saludos, Majestad. Yo soy Knotgrass de los Paramos—Knotgrass saludó mientras hacía una reverencia.
