Contemos de nuevo una vieja historia para ver que tan bien la conoces.
Maleficent, herido, traicionado y sin alas por culpa Stephan, en quien había confiado pagando muy caro por confiar en un humano, se encuentra en un campo donde ve a un cuervo atr...
Después de un buen baño fresco, pude encontrar ropa cómoda.
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No sabía si debería sorprenderme de que fuera de mi talla o no, pero me alegré de todos modos.
Salí del baño, que parecía como si no fuera parte de la casa, pero de nuevo no debería sorprenderme. Encontré una escalera en espiral que conducía a la planta baja, esperaba.
Una vez que estaba en el penúltimo escalón vi la sala de estar.
Estella se sentó a la cabecera de la mesa, leyendo.
Di un paso en el último escalón que dejó escapar un gran sonido de riachuelo que me hizo temblar.
—Ah, T/n, es tan agradable anunciar tu entrada —me dijo en broma.
—N-no fue mi intención —tartamudeé sintiéndome avergonzada.
Se volvió hacia mí y sonrió. —Te estoy tomando el pelo, querida, ahora ven y siéntate, haré algo para que comas —dijo mientras me sentaba a su lado.
Aplaudió mientras se formaba polvo púrpura que asumo era su magia. De repente pude escuchar una escoba barriendo y platos chocando entre sí, lo que me hizo dar la vuelta hacia la cocina y jadear.
Vi una escoba barriendo el suelo por sí sola y platos volando por la habitación. Un plato entró en la sala de estar y aterrizó frente a mí.
Estaba lleno de bayas y otras frutas que no conocía.
—Iba a ofrecerte pollo, pero sería inapropiado porque sabes, eres un…
—Sí, muchas gracias, ¿qué es eso? —pregunté señalando la fruta en rodajas de naranja.
—Oh, eso es mango —dijo—. Lo mandé pelar y rebanar para ti ya que es un desastre.
Me extrañó cuando usé un tenedor para recoger el mango y lo puse en mi boca. Mientras lo coloco en mis papilas gustativas comenzaron a bailar por el sabor dulce de esta fruta.
—¿Por qué es TAN bueno? ¡Nunca había probado nada como esto antes! —gemí.
—Bueno, si te encanta, hay muchas más frutas que tengo para ti.
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