𝑻𝒉𝒆𝒊𝒓 𝒍𝒐𝒗𝒆 𝒔𝒕𝒐𝒓𝒚 (𝑴!𝑴𝒂𝒍é𝒇𝒊𝒄𝒂 𝒙 𝑭!𝑹𝒆𝒂𝒅𝒆𝒓)

Capítulo 11: La guerra comienza

Me senté en el suelo tapándome la nariz con dolor cuando escuché pasos que venían hacia mí.

—¡T/n! ¿Eres tú? —preguntó la voz de Estella.

Me di la vuelta en la dirección de su voz.

—¿Estella? Creo que me rompí la nariz —le dije.

Fue entonces cuando la vi salir del bosque hacia donde yo estaba. Puso su mano en mi hombro.

—Oh, tu nariz está hecha un lío en este momento.

—Gracias, Estella, no lo sabía —repliqué sarcásticamente.

Puso la punta de la varita en mi nariz, sentí que mi nariz empezaba a hormiguear, tal vez era parte del proceso de curación.

Una vez que cesó el hormigueo, me toqué la nariz y no sentí dolor. Suspiré un suspiro de alivio mientras me levantaba del suelo.

—Gracias, Estella, no se que haría sin ti —le dije.

—Probablemente tendrías la nariz rota y un dolor insoportable —dijo como una cuestión.

—¡Ah, sí- Estella! —exclamé mientras agarraba sus hombros.

—¡¿Sí?! —preguntó sobresaltada.

—¡Lo vi! ¡Estaba justo aquí!

—¿Quién?

—¡Maleficent! ¡Estuvo aquí! Pero perdí mi oportunidad de llamar su atención —expliqué, sintiéndome decepcionada conmigo misma por haberme caído.

—No te preocupes mucho por eso T/n, seguro que regresará pero ahora mismo necesitamos un lugar para descansar. La boda es mañana —me recordó Estella.

Asenti.

—Cierto. Conozco un lugar, espero que no te importe dormir en el heno —le advertí.

Gimió haciéndome reír.

—Vamos, la cueva no está muy lejos.

————

Era el día de la boda y todos en el páramo rebosaban de emoción excepto T/n y Estella que ahora corrían para encontrar a las hadas y advertirles de la trampa.

Estella y yo finalmente alcanzamos a las hadas cuando se dirigían a la frontera del páramo.

—¡Alto! —grité.

Algunas hadas miraron hacia atrás y se detuvieron, un árbol gigante también se detuvo.

Finalmente habíamos llegado frente a ellos, estaba respirando con dificultad.
Hice mi mejor esfuerzo para no hacerlo, pero no pude evitarlo.

—¡¿T/n?! ¿Sigues viva? —Knotgrass exclamó, sorprendida.

—Sí, sé que estás decepcionada.

—Solo un poco —admitió.

—Miren, esta boda es una trampa para atraerlos y hacerles algo horrible a todos —dije.

—¿Y qué pruebas tienes? —preguntó Thislewit.

Respiré hondo, me preocupaba profundamente por todos aquí, incluso por esas tres hadas, así que necesitaba ser madura y tratar de convencerlas de que no fueran.

—No tengo ninguna prueba sólida de lo que digo es verdad, para ser honesta con todos ustedes. Pero cuando Maléfica y yo estuvimos allí —hice una pausa por un segundo antes de continuar—.  Algo se sintió mal, su reina, sentí algo que no había sentido en mucho tiempo, odio puro viniendo de ella, no estoy segura de a qué o a quién iba dirigido pero estaba ahí y quiero que todos estén a salvo.