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CAPITULO 39

Cassia parpadeó un par de veces como para medir la distancia, sonrió y le dijo al hombre al otro lado de la línea.

"A ambos nos queda algo de trabajo por terminar"

Instó Deon en voz baja, mirándola.

"Muévete con César. Nunca vayas lejos"

"Así es, ¿Está bien si pierdo esto? ¿No es precioso?"

Es una voz ligera y amistosa, como si estuviera tratando con un verdadero hermano menor. La mano que se agitaba mientras sostenía la daga confiada al caballero estaba animada.

Y tan pronto como Deon asintió con la cabeza, primero dio la espalda y comenzó a caminar, lo que parecía más ligero de lo habitual.

Por alguna razón, parece ir a otro mundo en un instante.

Mirando su esbelta espalda y cintura, Deon de repente sintió la necesidad de agarrar su piel desnuda y tirar de él, pero en lugar de pensar o darse cuenta de la razón, simplemente agarró la espada ensangrentada con fuerza.

No hay prisa por actuar. Por ahora, todo lo que tiene que hacer es abrir la puerta del salón de banquetes y acabar con la gente que entra.

Después de todo, el palacio imperial ahora es suyo, y ella, que no tiene otro lugar donde quedarse, estará a su lado. Siempre.

♦♦♦

Cálmate, Cassia caminó tranquilamente, siguiendo las huellas dejadas por la mujer malvada y el hombre tonto.

Cuando salió por la puerta secreta detrás del podio, salió un camino lateral que conectaba con el puesto de guardia más cercano. La primera parada es ese puesto de control.

Pero entonces y ahora, la habitación solo está vacía. Porque todos fueron tirados a las llamas por la conmoción que se produjo en todo el Palacio Imperial.

Una mujer inteligente lo habría sentido aquí. Llamar a los guardias no resolvería el problema.

Entonces, ¿Adónde fué después? Debió haber corrido a un lugar con el que estaba familiarizado pero del que pensó que podía protegerse.

La residencia de una mujer, el Palacio Maehwa.

Allí, el arma secreta preparada durante mucho tiempo está enterrada en lo profundo del sótano.

Sólo tiene que ir allí. Una mujer que pensara eso habría conducido lo suficientemente fuerte como para tener que montar un carro.

¿Qué tan difícil debe haber sido para una mujer que nunca ha hecho nada difícil desde que nació? ¿Se habría caído? ¿Todavía se levantaría y correría de nuevo? ¿Habría sonreído ampliamente en su lugar que afortunadamente no fue incendiado?

Eso espera. Ahora que han encontrado la ubicación exacta del portal, la petición de Cassia de no prenderle fuego puede salir a la luz.

Oh, qué locura debe haber sido que la puerta escondida en el pasillo estuviera tan abierta.

Es una pena porque todos los usuarios se escaparon. Al final del día, los secretos de la dulce y benévola Reina habrían quedado al descubierto.

Al principio, hubiera bajado las largas escaleras como si volara. ¿Y, cómo fue? ¿Se sorprendió o se impactó?

¿Se habría enojado con estas numerosas marcas de Auror que rasgaron el piso grabado con círculos mágicos en pedazos?

Tal vez estaba enojada. Subes a se dormitorio y ve que estropeó el puerto de telecomunicaciones.