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CAPITULO 64

Hace unas horas, en Bridgena o el extremo norte del Imperio, las Montañas Kannyu.

“¡Incluso si muero, no usaré el vestido de este tipo!”

Después del largo viaje, los Caballeros de Troy exclamaron mientras se regocijaban.

Era una palabra que se escupía contra el mal cada vez que lo castigaban, pero como pueden ver, no se cumplió en absoluto.

¡Ruido Sordo! ¡Ruido Sordo!!

Cada vez que sus vestidos y zapatos caían al suelo, se escuchaba el sonido del suelo derrumbándose.

A diferencia del cielo y el lindo exterior, el interior estaba acolchado con hierro pesado.

Los Caballeros de Troy, que escaparon de estas ‘Circunstancias Secretas Ocultas’, aflojaron cuidadosamente sus cuerpos ligeros como si estuvieran volando.

Para no usar el vestido tintineante de este tipo por dentro y por fuera, no deben equivocarse esta vez.

Era la última oportunidad.

La última oportunidad de oro para capturar al fugitivo que perdieron, justo antes de cruzar la frontera.

De todos modos, si lo siguieron con cuidado, lo notaron como un fantasma y salió corriendo.

Entonces, la Valquiria fingió estar distraída y lo estaba presionando y persiguiendo visiblemente.

Fue para volver los nervios del fugitivo, que debe haber estado de pie, sobre ellos.

Además, hacerlo podría influir en la ruta de escape hasta cierto punto.

El papel de los Caballeros de Troy hoy era tender una emboscada en una ruta previamente planificada y, cuando aparecía un fugitivo, lo harían retroceder junto con las Valquirias de ambos lados.

Atrapar a un fugitivo atrapado en una trampa........

“¿Les gustaría usar maquillaje la próxima vez?”

Era su dueño, Jean Troy, quien estaba hablando tonterías en serio.

Aquellos que una vez se ofrecieron como voluntarios para los Caballeros de Troy, queriendo ser como esa persona, arreglaron sus espadas y lanzas sin decir una palabra.

Jin, que sonreía mientras observaba a los subordinados que no querían morir, hizo sonar un silbato.

Luego, el pájaro mensajero apareció volando, descendió y aterrizó sobre su antebrazo.

Dijo que había llegado a las montañas Kannyu y que estaba a punto de atar la carta a Deon en el tobillo del pájaro.

El susurro, la hierba alrededor de los Caballeros de Troy se sacudió finamente.

“¿Qué? Son conejos…………”

Mientras tres o cuatro conejos salvajes de ojos rojos que sobresalían de los arbustos se acercaban sin miedo, algunos caballeros de Troy extendieron sus manos asombrados.

Jin, que sintió una energía inusual, gritó.

“¡No los toquen!”

¡BUM!

No fue una pequeña explosión. Sorprendido, el pájaro voló y voló y aterrizó en un árbol cercano.

“Vaya, eso es una sorpresa”

Sorprendentemente, agregaron los Caballeros de Troy. No hubo lesiones debido a la defensa, pero el hecho de que el conejo explotara fue increíble.

Sin embargo, como para mostrar la realidad obvia, la sangre, los intestinos y las pieles de los conejos fueron salpicados a sus pies en todas direcciones.