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CAPITULO 87

“Dame algunos materiales para hacer la muñeca, por favor”

Después de un rato, Cassia, que había calmado su tumultuoso corazón, le rogó a la señora Murphy.

Necesitaba vaciar su cabeza que estaba a punto de explotar, aunque sea por un momento. Para hacer eso, el trabajo simple con manos ocupadas es lo mejor.

La Sra. Murphy, quien desapareció en la habitación contigua y apareció rápidamente, tomó todos los materiales que se suponía que estaban en el banco de trabajo de la tienda de muñecas.

Normalmente, preguntaría el por qué, pero Cassia no tenía el espíritu para hacer eso.

‘Solo muñecas. Hagamos una muñeca’

Cassia, que usaba el salón como una simple sala de trabajo, respiró hondo e inmediatamente comenzó a trabajar.

Era hora de darse cuenta de la idea que se le ocurrió después de ver un retrato de la familia Troy el otro día.

Comenzó con Sir Troy. Probablemente será más fácil cuanto más familiar sea la cara.

Cassia corta un trozo de tela con un color de piel ligeramente más oscuro según sea necesario y lo coloca en el bastidor de bordado.

Entonces la señora Murphy, que miraba desde atrás, preguntó con curiosidad.

“¿No dijiste que haces muñecas?”

“Sí. Trato de hacerlo diferente”

De la manera que tiene más confianza.

Así es bordando.

Cassia se arremangó, pasó un hilo negro por la aguja y movió la mano sin dibujar un boceto.

No fue un proceso difícil para ella, que podía transferir y bordar un retrato en un bastidor de bordado si quería.

Es suficiente para expresar los rasgos faciales que conoce de una manera más simple y exagerada. Como una caricatura de pintura.

Sir Troy, sus ojos son ligeramente agudos. Rasgados horizontalmente. Y en general están oscuros. Cejas gruesas. La nariz es alta y la boca bastante grande, pero la frente siempre está bien levantada.

Finalmente, cuando la cicatriz en la parte posterior de la nariz fue bordada con hilo marrón claro, la Sra. Murphy exclamó: “Oh, Dios mío”, exclamó.

Cualquiera puede ver a Jean Troy.

Encogiéndose de hombros, Cassia respondió, ensartando un hilo azul oscuro para llenar sus ojos.

“Conocí a Grace la última vez y pensé que sería bueno dárselo como regalo a su familia ya que sus hijos son pequeños”

“Estás pensando en bordar las caras de otros miembros de la familia también”

Cassia asintió y se concentró de nuevo en el bordado. Fue el turno de los ojos, que puede verse como el más importante a la hora de expresar el rostro.

‘Los ojos de Jin…………… fueron profundos’

Así es, lo pensó de nuevo. No lo sabía porque siempre se veía tan ligero y juguetón. ¿Estás diciendo que eres un maestro de la espada que ha pasado por todo antes y después del nacimiento?

Cassia, que se había desesperado por nada, bordaba cada puntada con sinceridad. Los ojos azul índigo que se completaron así eran inevitablemente lindos en lugar de profundos.

De todos modos, ahora, si lo sacas del bastidor de bordado y lo coses en un círculo, le pones mucho algodón de punto uniforme y luego ensartas con cuidado los estambres de índigo oscuro en la corona uno por uno………….