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CAPITULO 156

‘Dios, ¿Ya es de mañana?’

Cassia, que se despertó en silencio de la cama, miró fijamente a su brillante ventana.

Se sintió como si se hubiera desmayado como si estuviera muerta en lugar de haber dormido profundamente desde el mediodía de ayer.

“Ugh…….”

‘Realmente espero no volver a beber nunca más’

Después de desmayarse, se sentía un poco mejor, pero todavía estaba de mal humor.

Cassia, sosteniendo su cabeza con ambas manos, levantó la parte superior de su cuerpo mientras rechinaba los dientes.

Entonces, como una babosa, bajó lentamente sus pies desatados debajo de la cama, y de alguna manera la casa estaba tan silenciosa.

“¿Rai?”

Fue lo mismo incluso cuando llamo el nombre del empleado que siempre estaría en la casa.

‘Qué? ¿A dónde fuiste?’

Fue cuando Cassia salió de la habitación y miró alrededor de la sala de estar vacía.

“……¡Rápido!”

Una voz apagada se escuchó desde algún lugar.

Al principio se estremeció porque pensó que era un fantasma, pero cuando escuchó con atención, escuchó voces familiares.

Cassia abrió en silencio la puerta del rellano y bajó las escaleras.

Sin embargo, las cortinas de todas las ventanas de la planta baja estaban cerradas, y cuanto más bajaba, más oscuro estaba como de noche.

“Buena suerte”

“¡Oh, Dios mío, se ha apagado de nuevo!”

“Está fuera de aquí también…”

“¡Maldita sea, pruébalo tú mismo!”

“Allá”

“Shh, Sir Dark. Ya está hecho”

“Ya ha venido”

“…¿Qué están haciendo aquí?”

Contracción nerviosa.

Sentado gateando en el rincón oscuro de la sala de estar, Cassia les habló, y todos menos Harper fueron los que fruncieron el ceño.

Era como si algo así como una pequeña luz se filtrara entre sus cabezas redondas.

Ocultando desesperadamente algo hasta el final, intercambiaron señales entre ellos.

“¡Uno!”

“¡Dos!”

“¡Feliz cumpleaños!”

En el momento en que saltaron mientras gritaban, las cortinas de la sala de estar se levantaron mágicamente todas a la vez.

Entre ellos, Cassia tuvo que fruncir el ceño por un momento.

Sus ojos eran tan deslumbrantes.

¿Es por la repentina luz del sol que entra?

¿Será por las sonrisas de los que la miran?

O tal vez fue por las velas en el pastel.

Cassia tartamudeó mientras miraba el pastel blanco de crema fresca como la primera nieve que no había comido el año pasado.

“Eh...… Que...… Gracias”

“¿Qué es esa reacción?”

Rai, que había trabajado demasiado para preparar una bebida sorpresa debido a su ya mala condición física, tenía una expresión hosca en su rostro.