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CAPITULO 51

Jenin dejó escapar una voz apagada. En realidad, no es un trabajo muy común, pero ella no tenía intención de discutir frente a otros como ayudante del Emperador.

Tal como lo había hecho antes, Cassia también se fue a la hora del té, más precisamente, a la hora del algodón de azúcar, sin hacer preguntas.

"Ya veo. ¿Cómo te va estos días?"

"Es solo que. De hecho, recientemente me mudé a un nuevo departamento y me estoy adaptando lentamente"

"Escuché que un trabajo depende de conocer bien al jefe. ¿La señorita Flora está bien?"

Se detuvo. Mientras bajaba las pestañas, Jenin respondió tímidamente.

"Mi jefe es una persona muy agradable. Cómodo"

"¿Pero su jefe es una persona muy aterradora? ¿Es incómodo?"

"......... Es afilado"

Jenin sonrió y asintió con la cabeza ante la súbita carrera.

De hecho, solía pensar a menudo que tenía suerte de que solo su ayudante en jefe, Hughes, podría ir y venir directamente de la oficina de Deon.

Si no era así, decía que si era demasiado pequeño, tenía que hablar solo con Deon en un espacio pequeño................ Estaba en una situación en la que su espalda estaba rígida con solo imaginarlo.

"Pero además de dar miedo, eres una persona respetable y maravillosa. Has ascendido a una posición muy alta a pesar de muchos obstáculos a una edad tan temprana"

"Hmm. Conozco a una de esas personas. Hay muchas personas muy especiales en el mundo"

Pero no importa cuán bueno sea el jefe de Jenin, no será tan bueno como Deon. Cassia murmuró en su boca y sonrió.

"Aunque no creo que sea un mal trabajo. Saliste del trabajo temprano. Alguien que conozco trabajaba horas extras todos los días"

"Al principio, tenía mucho trabajo que hacer, así que tiendo a llegar tarde al trabajo....... Hoy me disculpé y me fui temprano. Tenía negocios que hacer

"Oh, ¿Y si son negocios?"

Cuando Cassia señaló la bebida de algodón de azúcar, Jenine, que dudó un momento, asintió y dijo.

"............ Está bien reírse"

"¿Señorita Flora?"

"Si"

"¿Por qué?"

Jenin se quedó sin habla. La cara clara de Cassia, preguntando como si realmente no supiera la razón, la hizo así.

Una y otra vez, los labios de Jenin se crisparon. Cassia no contradijo a Jenin ni cambió de tema.

No es que no tenga nada que decir. Oh, hay tantas cosas que decir, y se han estado acumulando durante tanto tiempo que no sabe por dónde empezar y cómo decirlo.

"Disculpeme un momento"

Cassia se levantó de la mesa y se deslizó en el dormitorio. Y poco después de su regreso, ya no estaba sola.

Había un enorme osito de peluche rosa que mantenía a salvo su dormitorio.

¡Ay, es pesado! Cassia movió la muñeca mientras gemía y primero la colocó en su asiento, frente a Jenin.

"¿Señorita Kara?"

"Guau, señorita Flora. ¿Alguna vez te has preguntado para qué sirve una muñeca? Aparte de los abrazos, esto es lo que yo, el propietario, recomiendo encarecidamente"