EMMA HARRIS
Mientras me dirigía a la mansión O’Connor traté de pensar claramente en lo estúpida que fui.
Enserió mi yo ebria tenia que decirle que me gustaba y que LO QUERÍA.
Baje del auto y la señora Katherine me recibió, me condujo hacia la cocina y me dejó sola.
Justo en ese momento Logan entró.
Oh que suerte la mía.
Necesito llorar y algo para el dolor de cabeza.
—Buenos días —Murmure sin siquiera verlo.
— ¿Qué haces aquí? —Pregunto.
—Reunión —Respondí demasiado rápido.
—Mi padre —Aseguró.
—Si. Me dijo que la boda sigue en curso —Mira que linda esta mi rodilla —Y necesito terminar de organizar las revistas en las que saldrán las fotos y…
—No hay boda—Lo mire sorprendida.
— ¿eh? —Sonrió de medio lado.
—Cancele mi boda Emma.—El corazón me bombeo demasiado rápido, la esperanza se plasmó en todo mi ser.
Soltero. ¡El está jodidamemte soltero!
—Oh bueno esa es una sorpresa —Trate de no sonreír.
Él iba a decir algo más pero unos brazos lo rodearon por detrás y la esperanza cayó de nuevo al ver a Senata vestida solo en una camisa.
— ¿A dónde fuiste tan temprano? —Los ojos me ardían.
—Señorita Emma —Me levante rápidamente de mi silla. —Sígame.
Saque la mayor estupidez que pude hacer por alguien de mi bolso y le pase la hoja a Logan.
—Son algunas constelaciones y estrellas que puedes encontrar por tu departamento —Aclare al ver su mirada, Senata tomo la hoja.
—El no necesita estas estupideces.
La rompió, ella rompió la hoja y un pedazo de mi corazón al parecer.
—¡Senata!—Grito Logan causando que las tres saltáramos del susto. Da miedo —No vuelvas a agarrar y menos romper algo que no es tuyo, ¡Nunca!
Mire a la chica y le señale que nos fuéramos y asintió.
Mientras caminábamos escuchábamos la pelea.
—Logan…
— ¡Dije que Jamás!—Bramo —Y quítate mi camisa.
La gente a mi alrededor esta loca.
****
—Muy corto o muy largo —Me repasaron con la mirada.
—Hermosa —Respondieron.
—Solo que si vas a bailar tanto llévate otros zapatos te cansaras mucho son esos —Le di la razón
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Escapando Del Matrimonio
RomanceTeníamos dos cartas sobre la mesa y solo podíamos escoger una, La primera hacer feliz a los de más y la segunda era darnos felicidad a nosotras, sin duda una respuesta difícil más cuando estás acostumbrado a hacer lo que otros dicen solo por complac...
