Capítulo Cincuenta y Ocho

33 5 2
                                    

MARATON 2/2











MIA DONNET

Decir que este cumpleaños fue el mejor del mundo se queda corto. Los días que estuvimos paseando por toda Grecia, recibí montones de regalos y comí demasiado pastel pero nada se compara con estar con las personas que adoraba.

—Voy a quemarme más de lo que quiero admitir —Jason comenzó a reírse al ver a Luke.

Estaba cubierto repletamente de bloqueador.

—Luke sabes que hay sombra dentro ¿verdad?

—Por supuesto, pero eso no significa que no me quemare.

—Eres una nena —Mire a Logan que estaba bebiendo en la cubierta—Como Matthew

Matt me abrazo por detrás y beso mi mejilla.

— ¿Tu día está siendo perfecto amor? —Me gire hacia él sonriente.

—Mejor de lo que podrías imaginar.

—Me alegra oír eso.

Ya había recibido tres regalos de su parte cuando me levante y estaba segura que seguirían.

Habíamos pasado casi todo el día por las calles de Atenas y una gran parte en Rodas, volvimos a Santorini para pasear en yate.

—Oye Luke que tal si te bronceas con nosotras —Me gire hacia una Sara con traje de baño rojo recostada en la cubierta del Yate tomando el sol con las chicas.

—Perdón cielo pero esta cara, vale más que todo lo hermoso del mundo

—Me enamore de un egocentrista —Exclamó Leslie

Emma solo sonrió de medio lado y siguió disfrutando del sol.

Luke y ella seguían demasiado tensos.

— ¿Qué tal si vamos a la parte delantera? —Me gire hacia Matt.

—Bien vamos.

Me tomo de la mano y me condujo hasta que estuvimos posicionados en la parte delantera. El sol estaba bajando por lo que aquí no nos pegaba, me tomo de la mano y lo escuche suspirar nervioso

— ¿Preciosa?

—Si Matt.

—He estado pensando en algo por un tiempo.

Me gire a verlo con una clara interrogante.

— ¿Qué?

Saco una pequeña caja de terciopelo de su bolsillo y mi corazón comenzó a latir demasiado rápido.

No es lo que pienso...

—Preciosa tu quisieras —Estoy segura de que ni siquiera puedo respirar —Preciosa ¿quieres mudarte conmigo?

Esa respuesta debió aliviarme, más después de la plática que tuve con Emma ayer, pero por alguna extraña razón no lo hizo.

¿Qué me pasa?

—No quiero presionarte ni nada, digo sería genial que tú y yo podamos despertar juntos todos los días o no, depende de cuánto te agobio, lo cual creo que es mucho. Soy agobiante o eso me han dicho, pero creo que mejor dejo mi propuesta para después aunque puedo hacer el desayuno siempre que quieres y si decides que no, aun así te haré desayuno y...

Lo calle con un beso porque realmente no le entendí.

—Claro que si mi amor, si quiero vivir contigo.

Escapando Del MatrimonioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora