Capítulo Cincuenta y Seis

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MARATÓN 2/2



EMMA HARRIS

—Emma, pie grande te busca.

—Mark —Reprendió la abuela.

—Lo siento, pero enserió, hay un tipo enorme buscándote.

Confundida salí de mi cómoda cama y fui hacia la puerta arrastrando mis pies desnudos, me detuve en seco al ver quién era. Se me acaba de ir el sueño.

Mire mi pijama y luego mi cabello revuelto. Corrí de nuevo a mi habitación.

—Dile que no estoy —Le susurre.

—Oh vamos Emma, te ves bien —Se posiciono atrás de mi y comenzó a empujarme hacia la salida.

—No, esper... —Las palabras murieron en mi boca al ver el perfil de Logan.

—Logan —Suspire, se dio la vuelta y me dedico la sonrisa más grande que alguna vez le haya visto.

—Hola cariño —Corrí hacia él y salté a sus brazos el me sostuvo y comenzó a reír —Yo también te he extrañado.

Su aroma tan característico me golpeo las fosas nasales y sentí millones de mariposas revolotear en mi estomago.

— ¿Qué haces acá? —Pregunte cuando me separe de él.

—Emma no seas irrespetuosa e invítalo a pasar —Grito la abuela desde dentro.

—Oh claro —Mi hice a un lado dejándolo pasar.

Tuvo que agacharse para poder pasar y ni siquiera podía ponerse recto, la casa de mi abuela no estaba equipada para un hombre de casi dos metros.

—Buenas tardes—Murmuró cuando vio a la abuela y a Mark.

—Buenas tardes ¿Y tu quien eres? —Pregunto Mark con curiosidad —Teniendo en cuenta que Emma no quería que la vieras vestida así

—Mark —Reprendió de nuevo la abuela.

—Solo decía.

Logan me repaso con la mirada y sonrió —Soy el que está pretendiendo a su nieta.

—Ah bueno, entonces siéntate, te pasaré chocolate.

Incluso la mesa le quedaba pequeña a Logan. Era como ver a una de mis muñecas en muebles demasiado pequeños.

—No te rías —Me susurro Logan.

—Lo siento. Pero te ves como mis antiguas barbies en mesas demasiadas pequeñas —Me pico la cintura y me retorcí de cosquillas.

La abuela puso una taza de chocolate en frente de él.

—Así que, dime muchacho.

—Logan.

—Muchacho, no serás Logan hasta que este segura que eres digna de mi nieta —Me paso a mi también una taza de chocolate.

—Haré cualquier cosa para probarlo.

—Corre en ropa interior de aquí al pueblo y de regreso

—Abuelo —Dije en modo de reproche. Una sonrisa divertida apareció en su rostro pero se esfumó al ver que Logan se paraba y comenzaba a quitarse la chaqueta

— ¿Cuánto es de aquí al pueblo corriendo?

—Eh... era broma —La abuela estalló en carcajada y yo me uní a ella. Logan volvió a tomar asiento con una pequeña sonrisa.

—Adelante, toma tu chocolate —Tome un sorbo del mío y mire la expresión de Logan.

El no era fanático al chocolate. Ni a nada dulce.

Escapando Del MatrimonioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora