Capítulo Veintitrés

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EMMA HARRIS

Un millón y uno...

Un millón y dos...

Un millón y tres...

¡Agh! Se acabo mataré a ese gallo.

Quite la almohada de mi cabeza y me levante de la cama enojada, eran alrededor de las cinco de la mañana y el gallo del vecino no dejaba dormir a nadie y lo peor,él no estaba, regresaría en unas horas.

A estado gritando desde las tres y no nos deja dormir.

— ¡Luke quítate que iré a freír a ese gallo!—Salí al pasillo y encontré a Luke sentado sobre la espalda de Sara.

— ¡Que demonios!—Mia salió de su habitación y miro la escena confundida.

Ella me miró esperando una explicación y solo me encogí de hombros.

—Si me quito de ti se que de verdad iras a freír al pobre gallo.

—Pobre mis nalgas Luke, esa cosa no me deja dormir.—Empezó a patalear.

—Créeme a nadie—Murmure en un bostezo.

—El gallo solo está cantando, Sara, es normal.

— ¿Eso hacia? —Asintió—Pues yo creí que lo estaban torturando de los gritos que esta pegando.

Nos reímos de la escena, entre a la habitación de Mia dejando a los otros dos peleando en el suelo. Ambas nos acostamos en la cama tomando una almohada cada una.

— ¿Como te fue ayer?—Pregunte.

Estábamos observando el techo con el supuesto canto del gallo.

—No pude decirle nada—Hice una mueca.

—Mia creo que deberías decirle lo que esa chica te dijo—Suspiró con pesadez.

—Lo se, pero, simplemente no puedo... siento miedo—Confesó.

— ¿De que?

—De que el piense que exageró y se aleje por que se dio cuenta de que no soy nadie. —Tome su mano.

—Eres mucho y vales mucho, debes darte cuenta de eso, cariño —Se giro a verme. — Mia Donnet, eres una chica amante de los poemas y una loca por los chocolates, alguien que es buena hasta con la persona incorrecta. Si alguien te deja ir es porque ese alguien es muy estúpido.

Mire de nuevo el techo escuchando su respiración pausada.

Mia era de las mejores personas que había conocido en mi vida y alguien a la que apreció demasiado. Si la dejo ir de mi vida será por estúpida.

—Emma—Gire mi cabeza para verla—¿Cuando sientes que el mundo se te cae que haces?

Regrese a mi posición inicial pensando una respuesta.

¿Qué es lo que hago?

—No lo se—Murmure y me gire a abrazarla—Porque cuando mi mundo se cae ustedes están para ayudarme a sostenerme y no siento tanto la caída.

Sus brazos rodearon mi estómago y se recostó en mi pecho.

—Si algún día tu mundo se cae no dudes en sostenerte de nosotros.

Asintió lentamente.

Se que ella no esta bien, me doy cuenta como se siente insegura de ella misma y sus decisiones y como tiene miedo de hacer algo incorrecto, Sara y yo la hemos intentado ayudar pero no debe de nacer de nosotras, debe de ser de ella.

Escapando Del MatrimonioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora