Capítulo Cuarenta y nueve

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SARA WILLIAMS

Escuche el tic tac del reloj observando la ventana en donde se podía apreciar la luna que estaba adornando el cielo dentro de millones de estrellas, el silencio predomino entre las tres esperando a nada.

Solo estar en el suelo en pijamas iguales mientras bebimos vodka de jugos en caja.

Luke aún no llegaba a casa, supongo que Leslie estaba peleándose con él.

—¿A quién se le ocurrió meter vodka en cajas de jugos? —Pregunte en un pequeño Murmuró apenas audible con la voz ronca

—A Mia —Contesto de la misma forma.

Tome la pajilla entre mis dientes y comencé a morderlo mientras bebía en pocas cantidades, mis ojos estaban hinchadnos y suspire.

Me sentí como años atrás, sola, aunque tuviera a alguien a mi lado.

Las luces de un carro hicieron acto de aparición en medio de nuestra oscuridad, minutos después la puerta era abierta y Luke entró por ella con mala cara.

—¿Qué hacen ahí? —Me encogí de hombros.

—¿Vodka en caja de jugos? —Dejo sus cosas en el sofá tomo el jugo que Emma le ofrecía para sentase a su par.

Baje la playera gris con ositos en ellas, que se me había levantado un poco. Mire mis pies descalzos y volví a suspirar.

Necesito una moneda por las veces que he suspirado el día de hoy.

Los cuatro le dimos un sorbo en conjunto y al finalizar suspiramos

—En mi vida vuelvan a contarme un secreto.

Sonreí de lado.

—No te preocupes, ya no hay secretos —Murmure —Oh eso espero.

Nos quedamos callados y volvimos a tomar al mismo tiempo.

—Saben, me harte de siempre tratar de solucionar todo —Me quité un mechón de pelo de la boca —Ahora solo dejaré que pase lo que tenga que pasar y si es mi muerte mucho mejor.

Los tres se rieron.

—Es cansado pretender que no pasa nada cuando pasa de todo —Agache la cabeza y observe mi pijama —Solo quiero que por una maldita vez me deje de preocupar a quien herí o no con mis acciones. Puede que sea egoísta pero…

—Pero a veces serlo es mucho más fácil que no serlo —Término Mia por mi —Tratar de proteger a quienes no quieren ser protegidos es mucho más complicado y ya me canse, si se quieren aventar de un edificio pues háganlo yo ya no quiero estar ahí para lavarles el cerebro para que no se avienten.

Volvimos a tomar.

—Que piensen lo que quieran de nosotras, —Suspiró Emma sonoramente —La verdad ya no me importa, ahora solo quiero comer.

—Mañana puedo volver a preocuparme por eso pero hoy y en este momento todos pueden irse a la mierda yo solo quiero comer.

Luke y ella chocaron sus cajas de jugo, apoye mi cabeza en el hombro de Mia y entrelace nuestras manos. Ella me miró y sonrió de boca cerrada, mire a Emma y ella sujeto la otra mano de Mia. Observe al tronco andante y el sujeto la mano de Emma y apoyo su cabeza sobre la de ella y nos quedamos así.

Escapando Del MatrimonioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora