La perdición vive conmigo

Cap. 11 (Hyunjin)

HYUNJIN: "Cuando te decidas a comprobarlo"

El sonido de mis pasos atesta el espacio vacío tras su despedida. Con el recuerdo de sus labios dibujado en mi cuello, camino hacia mi habitación intentando no hacer ruido para no despertar a mi compañero. Me desvisto con cuidado y abro la puerta, me introduzco así en la cama, sucio y apestando a sexo, con su perfume pegado a mis dedos.

_¿De verdad llegas a estas horas? Si Chan no hubiese estado tan ocupado esta noche, seguramente estaría muy enfadado_ matiza la áspera voz de Changbin desde su cama.

_Te noto molesto amigo ¿Es porque te he despertado? ¿O porque Chan a estado ocupado esta noche?_ me burlo

_No tiene gracia_ contesta levantándose de la cama, con los ojos como platos.

_Estuvo con Felix ¿Me equivoco?

Changbin dirige su mirada al suelo, esquivando a mis ojos y también a la pregunta.

_¿De verdad vienes de hacer lo que yo creo que has hecho?_ desvía sus palabras hacia otro camino.

_Sabes que no puedo hablar más de la cuenta_ respondo.

Bajo la tenue luz de la lamparita de mesilla de noche, nos quedamos callados, mirándonos a los ojos, como si así pudiéramos contarnos todo lo prohibido.

Nos sentamos a la vez, cada uno en su cama y me atrevo así a romper el silencio.

_Le quiero. No me cuesta admitirlo.

Vuelve a abrir sus ojos, con expresión de sorpresa.

_Sabes que puedes meterte en un lío_ responde.

_Para mí, merece la pena arriesgarse. Llevo soñando con él desde que era un crío.

Me tiendo en la cama agotado, tapándome con la sábana y recordando sus dedos enredándose en mi pelo. Changbin se queda sentado y pensativo, con la mirada dirigida hacia mí. Creo que en este momento piensa más en lo que siente él que en lo que yo he vivido.

_¿Tienes miedo?_ me atrevo a preguntarle.

_Mucho_ responde sin dejar  margen de silencio.

Y ahí lo entiendo todo. No es igual de fácil si tienes el amor tan cerca.

_¿De verdad te merece la pena cargar con algo así, Hyunjin?

_Sabrás la respuesta cuando te decidas a comprobarlo por ti mismo.

Le di la espalda a mi compañero, cerrando los ojos e imaginando el rostro de Jinyoung con todo detalle, desde la forma que tenían sus labios cuando pronunciaban mi nombre, hasta su entrecejo fruncido mientras me envestía. Su mirada inquieta y penetrante, el calor de su cuerpo y la humedad de su espalda en contacto con las palmas de mis manos.

Y así, deseando volver atrás en el tiempo para tenerlo de nuevo entre mis brazos, me quedo dormido, mientras Changbin sufría al otro lado de la habitación.