Cap. 20 (Seungmin)

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SEUNGMIN: "NO VUELVAS A PEDÍRMELO"

No sé si es su jodida boca sonrosada y apetecible, o si es el lunar... el maldito lunar de su cuello sedoso y descubierto. Quizás era su cuerpo lampiño a centímetros de distancia, o esa mirada vacía y perdida. El caso es que fuera lo que fuese, estuve apunto de sucumbir a la tentación, porque juro por mi voz, que este chico se había convertido en mi perdición desde la primera vez que por un bendito error, lo hallé masturbándose con la puerta abierta en su habitación. De eso hace mucho, demasiado tiempo...

_Hyunjin ¿Qué estás haciendo?_ reacciono antes de que mis manos cobren vida propia, y se atrevan a acariciar cada milímetro de su piel desnuda.

_Sé que lo estás deseando_ responde tan frío que casi me hiela el alma.

_No, te equivocas, no lo estoy deseando Hyunjin _ lo freno tembloroso.

_Sé que me miras mientras me toco en mi cuarto, lo haces cada noche_ continúa mientras se me para el corazón por unos instantes_ Vienes a comprobar si estoy solo o no. Si lo estoy me dejo llevar y te quedas parado en la puerta, para luego huir una vez que he terminado ¿Qué piensas en esos momentos Seungmin? ¿No deseas ser tú quien me toca?_ prosigue mientras se baja el pantalón y agarra mi mano derecha, deslizándola con suavidad por su pecho.

Me juré a mí mismo no huir, dejar de ser un cobarde y no permitir que me vuelva a ocurrir lo de siempre, el desaprovechar la oportunidad de tenerle solo para mí. Fue inevitable, acaricié su piel con lujuria mientras mis ojos se clavaban en cada lugar que mis dedos tocaban.

_Hazlo Seungmin_ me pide

_¿Qué?_ me sorprendo

_Aquello que tengas que hacer.

Sus palabras me quiebran haciéndome entrar en razón. En el fondo estoy tan dolido que deseo hacerle caso, pero yo no soy así, yo no soy cualquiera al que esté acostumbrado. No soy Park Jinyoung, ni Changbin, yo tengo un mínimo de decencia.

Lo agarro por la cintura y lo empujo hacia la pared viendo como cierra sus ojos esperando que me comportara como un animal. En cambio sujeto su rostro y lo obligo a mirarme a los ojos.

_No voy a hacerlo Hyunjin ¿Sabes por qué?_ me mira en silencio_ Porque no quieres Hyunjin, y yo jamás haría algo que tú no quisieras_ veo una lágrima desparramarse por sus mejillas_ si no voy a hablar, es porque ser sincero con su novio le corresponde a Changbin y no a mi_ abre los ojos sorprendido_ Tienes razón, estoy deseando tocarte, pero dejas de ser tan atractivo cuando me lo pones tan fácil ¿Eso es lo que te quieres? ¿Dejas que cualquiera haga contigo lo que le plazca? Creía que eras mucho más que eso Hyunjin, por eso me gustabas.

_¿Te gustaba?_ pregunta con extrañeza.

_Sí, me GUSTABAS, en pasado, porque después de lo que acabo de ver, me he dado cuenta de que igual no te conocía tan bien como creía. 

Hyunjin llora y algo dentro de mí se parte en mil pedazos. He sido demasiado duro y en realidad tampoco hablé con sinceridad, estaba enfadado y decepcionado. No pude evitar limpiar sus lágrimas y abrazarlo con fuerza.

_Perdóname, he sido un poco duro, pero me molesta ver como te vas regalando ¿Me entiendes? Tú eres más que eso. No deberías seguirle el rollo a alguien que tiene pareja.

_Seungmin, si te pido un beso ¿Me lo darías?_ pregunta llorando con desconsolación

_¿Por qué me pedirías eso?_ siento mariposas en el estómago.

_Quiero saber que se siente cuando alguien que te quiere te besa_ su respuesta me entristece hasta quemarme por dentro, pero estoy enamorado, así que asiento _Por favor, bésame_ suplica.

Lo miro a los ojos, me destroza verle llorar. Me aproximo a sus húmedos labios depositando en ellos la poca dignidad que me quedaba y saboreando cada una de sus lágrimas. Es tan tierno y tan dulce, que quisiera morir envenenado por la saliva tóxica de aquella boca, que a pesar de estar poseyendo, sabía que jamás sería mía. Me abrazó con delicadeza mientras rozaba sus entumecidos labios contra los míos y respiraba con dificultad. Me separé de él con esfuerzo, extrañando su tacto, pero respetando mi límite.

_Gracias por quererme_ susurra mirando hacia el suelo y derramando sus últimas lágrimas.

_No vuelvas a pedírmelo_ fueron mis últimas palabras antes de abandonar aquel baño, para  llorar en silencio aquel amor ingrato que había alcanzado un corto instante.


La perdición vive conmigoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora