Cap. 18 (Hyunjin)

26 3 0
                                    

HYUNJIN: "Jamás volvería a ser de nadie"

La cabeza me da vueltas. Siento un nudo en la garganta que me ahorca lentamente mientras me priva de respirar. No hay oxígeno en mi sangre. Tengo escalofríos mientras me invade una agonía dirigida por el vértigo. Voy al baño a vomitar.

Devuelvo la cena de anoche y mientras, oigo una pequeña voz en mi cabeza que me insulta mientras me golpeo la cabeza contra la taza del inodoro. Ya no me duelen los moratones de aquel mortal fallido en los ensayos. Ya no me duele la piel bajo la mordida de mis propios incisivos. Ahogo un grito desgarrador mientras me atraganto con mis propias lágrimas.

_ ¡¿Hyunjin?! ¡¿Estás bien?! 

La voz de Changbin retumba en mi cerebro, como el sonido de una pala cavando una tumba en mi propio cráneo.

_ Me quiero morir_ confieso sin poder controlar los espasmos de mi propio sollozo.

Changbin no entiende nada, así que le tiendo mi teléfono móvil secreto, con el mensaje de WhatsApp abierto.

"Peque me lo he pasado muy bien contigo, pero solo era eso, pasarlo bien, es algo que pensé que sabías desde el principio ¿Cómo voy a tener algo serio, bebé? No puedo tener una relación con alguien y tú tampoco, mucho menos si es con otro hombre y menor de edad ¿Sabes en qué bronca me puedo meter? Si quieres un buen rato llámame, pero si buscas otra cosa de mí, te pido que por favor dejes de escribirme... ¿Te gustaría algo rapidito el finde? Ya me avisas."

Changbin está respirando agitadamente y veo como sus orejas se ponen rojas de la furia. Su mandíbula está apretada.

_¡¿Qué diablos haces?! ¡¿Es que no piensas bloquearle Hyunjin?! ¡¿Aún no lo has mandado a la mierda?! ¡¿De qué coño vas?!

Lloro desconsoladamente, me siento un imbécil ¿Cómo he podido amarle y admirarle tanto todos estos años? Siento como si todo mi mundo se hubiera desmoronado en breves segundos de existencia. No puedo evitar gritar mientras Changbin me tapa la boca y me sostiene.

_Hyunjin, no te merece. Llora todo lo que quieras, pero no te merece. Me voy a quedar con tu teléfono y no vas a volver a dirigirle la palabra ¿Me oyes?

No consigo afirmar con la cabeza

_¡¿Me oyes?!_ repite casi gritando.

_¡Sí!_ consigo gritar después.

Lo abrazo, como si fuera a hundirme en su pecho. No quiero que se separe de mí y lo agarro tan fuerte que creo que podría matarlo. Lloro ahí, en mi lugar seguro, hasta que siento mi cuerpo deshidratado y me empieza a doler la garganta.

Nos miramos y Changbin analiza mi rostro de cerca. Siento como sus pupilas de dilatan.

_Eres tan guapo que incluso con la cara hinchada y llena de lágrimas eres tentador.

_Eso no me ha servido de nada con Jinyo...

_Shhhh _ responde impidiéndome decir su nombre, mientras no aparta la vista de mis labios.

_Límpiate la nariz, voy a ir a cambiarme de ropa.

Me ayuda a incorporarme con ternura. Changbin abandona el baño dejándome sin el teléfono, el único hilo que ahora me unía a Park Jinyoung, porque mi cuerpo nunca más iba a estar entre sus brazos y mi corazón, jamás volvería a ser de nadie.

Cuando salgo del baño me tropiezo con la cara pálida de Seungmin, que se encontraba apoyado en la pared. Me mira a los ojos boquiabierto, con una expresión que nunca antes había visto en él, sin saber exactamente como leer su mirada atormentada.

_¿Desde cuando llevas ahí?_ pregunto

_Desde "eres tan guapo que incluso con esa pinta eres tentador" _ consigue decir entre dientes.

_¿Te ha visto Changbin?

_No, no te preocupes, me he encargado de que no se diera cuenta de que alguien sabe que le es infiel a su novio.

_¡¿Qué?! Espera... ¿Infiel? _ Seungmin lo había malinterpretado todo ¿Significaba eso que no se había dado cuenta de que Park Jinyoung se había aprovechado de mí? Cerré la boca unos instantes y sin poder evitarlo respondí _ ¿Qué quieres a cambio de tu silencio?

Seungmin me miró con los ojos muy abiertos mientras sus mejillas comenzaban a arder. No le hizo falta responder. 

Aparté el cabello sudado que tenía pegado a la frente y allí, en la puerta de aquel sucio baño, desabroché los botones de mi camisa, dejando mi cuerpo desnudo y mi alma vacía.


La perdición vive conmigoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora