Malena Ross, vecina de los Hidalgo, Ares siempre a intentado llevarse bien con ella pero todos sus intentos han sido fallidos, hasta que le pide ayuda a su hermano menor y eso resulta en un lío con su otra vecina.
Fanfic del libro A través de mi ven...
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—¿Una pista de patinaje?— pregunta mi acompañante con una mueca de horror.
—Dijiste que yo podía escoger el lugar— le recordé.
—Recuérdame no volver a hacerlo.
—¡Vamos! Se ve divertido—trate de animarlo jugando con su mano.
—No me parece para nada divertido— acentuó la ultima palabra.
—Si no sabes patinar esta bien, te puedo enseñar.
—Sí se patinar.
—Puedo ser tu maestra— ignore lo que dijo.
—Que sí se patinar.
—No te debes de avergonzar.
—He dicho que sí se patinar.
—Nadie es perfecto, algún defecto tenias que tener, no es tan grave que no sepas patinar, puedes aprender, es senci...— me jalo de la mano y unió nuestros labios en un beso no tan largo.
—Pero que molesta, dije que sí se patinar— empezó a caminar hacia el mostrador, sonreí con victoria.
Pedimos los patines de nuestra talla, Ares permaneció callado en todo momento, al terminar de ponernos los patines nos dirigimos a la pista y vio todo con el ceño fruncido.
—¿Estas seguro que sabes patinar?— esta más que claro que no.
—Sí.
Entre a la pista y apenas vi como apenas ponía un pie dentro, el gran Ares Hidalgo se resbalo y cayó de pompas.
Unas niñas que iban atrás de el se empezaron a reír y eso provoco que mientras intentaba pararse las mirara feo.
—Sí que sabes patinar— me burle cuando ya estaba parado.
—Los patines deben estar mal— aclaro.
—Te ayudare— lo tome de las manos y empecé a patinar despacio.
—¿Qué les parece gracioso?— les pregunto a las mismas niñas que se habían reído de el hace un rato.
—¿No estas muy grande para no saber patinar?— la de cabello largo pregunto con gracia.
—¿No estas muy grande como para que te guste Peppa pig?— Ares sonrió con burla.
La niña por instinto tapo su reloj de la caricatura, —Idiota— susurro mientras se iba.
—Aplaudiría por tu triunfo en ese gran pelea pero si te suelto te caerás— bromee.
—Déjate de tontearías y acabemos con esto.
Durante la siguiente media hora Ares estuvo a punto de caerse muchas veces, cada una de ellas recibía burlas de mi parte.
Nos pusimos nuestro calzado y nos sentamos en las mesas que están en el local. Pedimos una hamburguesa con papas cada uno.
