Malena Ross, vecina de los Hidalgo, Ares siempre a intentado llevarse bien con ella pero todos sus intentos han sido fallidos, hasta que le pide ayuda a su hermano menor y eso resulta en un lío con su otra vecina.
Fanfic del libro A través de mi ven...
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Durante las siguientes dos semanas ninguno saco el tema de las universidades, era mejor no hacerlo o terminaríamos peleando y sin hablarnos.
—Mi madre me dijo que la señora Sofia le ha estado llamando para insistirle en asistir mañana a cenar a tu casa— hable llamando la atención de mi novio que se encontraba acostado a mi lado.
—Pensé que se le pasaría el capricho de la cena— contesto con poco interés.
—Pues ya ves que no— la verdad también pensé eso.
Se enderezo y quedo sentado en la cama a mi altura, —Deberíamos decir estamos enfermos y no podemos ir— fingió tener un tos.
—Eso no funcionaria— le dije entre risas.
—¿En serio quieres ir? ¿Tus padres quieren ir? No los quiero poner en una situación incomoda.
Me gusta cuando se preocupa por mis sentimientos, —Estaremos bien, solo es una noche.
—No digas que no te avise.
La hora de ir a la cena llego, mis padres son los más emocionados, cuando bajo a la sala están con una enorme sonrisa, parece que se han ganado la lotería.
—Vamos— mi padre habla cuando me ve llegar.
Los tres salimos y nos quedamos a fuera de la puerta de la casa de los Hidalgo, nadie se ha decidido a tocar el timbre.
—Entre más rápido entremos, más rápido nos vamos— susurro mi madre.
—Solo entramos, cenamos y nos vamos en armonía— el turno de mi padre de dar ánimos.
—Nos la pasaremos bien— les asegure.
Sin embargo, ninguno de los tres nos atrevemos a tocar el timbre y solo nos le quedamos viendo.
—Cariño, toca el timbre— le pide mi papá a mi mamá.
—Hazlo tú sí tantas ganas de entrar tienes— contesta con una voz un tanto cariñosa agresiva.
—Hazlo tú.
—Tú fuiste el que acepto la cena— le reprocho mi madre en voz baja.
—Tú no me dejaste fingir estar enfermo— rode los ojos al recordar que Ares quería hacer lo mismo.
—Tú fuiste el primero en hablarle a los Hidalgo.
—Tú quisiste mudarte a la casa de a lado.
—Tú quisiste tener una hija— los voltee a ver cuando me mencionaron.
Toque el timbre por fin haciendo que terminen la ridícula pelea, —Ya esta, tan sencillo que era hacer eso.
A los pocos segundos Claudia sale a abrirnos, —Pasen por favor, los están esperando.
