—Es curioso, realmente curioso— dije para mi misma, —No recuerdo haberlo comprado.La confusión que siento en estos momentos me está matando, hoy tendría una cita con Ares así que me empecé a arreglar y todo iba normal hasta rebusque entre mi joyero algún accesorio que quedara con mi look.
Entre mis aretes encontré unos que no había visto antes, son hermosos, de oro, su forma es de flor y en medio de esta tiene una perla.
Decidí ponérmelos, no recordaba haberlos comprado, así que es probable que fueran un regalo por parte de mi madre y ella solo los dejara en mi joyero.
Recibí un mensaje y salí rápido de casa, Ares estaba recargado en la puerta de su camioneta y cuando me vio salir se acerco a darme un pequeño beso.
Me abrió la puerta del copiloto, —Entra, vamos— le hice caso y espere a que el también entrara.
—Así que, ¿Estoy vestida para la ocasión o tengo que regresar a cambiarme?— pregunto, no se a donde iremos pues solo me dijo que tendríamos una cita.
—Estas preciosa— sonreí ante el cumplido, —Mi abuelo despertó. Estaba pensando en que me podrías acompañar, no es la cita que prepare pero no creo poder poner un pie en el hospital si tú no estas a mi lado, entiendo si prefieres quedarte, no te cul...— lo interrumpí antes de que siguiera divagando.
—No te preocupes, vamos a ver a tu abuelo— me acerque a darle un beso.
Asintió y puso en marcha la camioneta. Agradezco haberme puesto un pantalón, playera y chaqueta decente y no algo inapropiado para ir a un hospital.
En el camino pude tonar lo nervioso que esta, se que esta no es una situación muy linda o fácil para él y agradezco que tenga la confianza de pedirme que lo acompañe.
Se estaciono y bajamos al mismo tiempo, en silencio caminamos hasta la puerta de entrada del gran edificio blanco, Ares mete y saca las manos en los bolcillos de sus pantalones, puedo sentir lo inquieto, nervioso e incomodo que esta.
Tras un fuerte suspiro me toma la mano, —Gracias por estar conmigo— me susurra sin dejar de mirar la puerta.
—Todo saldrá bien— trato de decirlo lo más calmada posible.
Entramos al hospital y el aroma de ese lugar me invade, si me preguntan es uno de los olores que mas odio, el olor a perdidas, a medicamentos y a malas noticias.
Llegamos a la parte de terapia intensiva, al final del pasillo hay tres personas, Apolo, Artemis y su padre, el señor Juan Hidalgo. A medida que nos acercamos puedo verlos más a detalle.
El señor Juan se encuentra apoyado contra la pares, sus brazos cruzados sobre su pecho, cabeza baja.
Artemis esta sentado en una silla de metal, inclinado hacia atrás en la misma, la corbata de su traje esta desecha, los primeros botones desabrochados. Tiene apariencia desordenada y tiene una venda alrededor de los nudillos de su mano derecha.
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Intentos fallidos (Ares Hidalgo)
FanfictionMalena Ross, vecina de los Hidalgo, Ares siempre a intentado llevarse bien con ella pero todos sus intentos han sido fallidos, hasta que le pide ayuda a su hermano menor y eso resulta en un lío con su otra vecina. Fanfic del libro A través de mi ven...