Cap 29

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Naoto: ¿Bonten?...

Lucius: eres el favorito para éstos casos, por eso pensé que podrías...

Naoto: no si lo único que intentas es canalizar TU caso y responsabilidad en mí.

Lucius: anda, no seas así, tienes solo tres casos, yo tengo siete asignados, ayúdame con Bonten hermano.

Naoto se encontraba dentro de su auto, estacionado justo en frente de la entrada de la agencia. Sus horas habían terminado, aunque aún debía atender los casos que tenía asignados por el momento.

Naoto: no, y es mi última palabra.

Lucius: tú no tienes corazón.

Naoto: lo que no tengo es tiempo ahora, ya estuve muchos días aquí con mis casos, debo ver a mi hermana.

Lucius: ¡Espera! ¿No sería mejor si nos rep...?

El joven oficial cortó la llamada, soltando un pesado suspiro al instante mientras tallaba su rostro con ambas manos. Estaba cansado, en cima molesto ya que no encontraba las llaves de su departamento, y todavía debía ir a ver a _____, pues Hinata le había dicho que era urgente.

Encendió el auto y tomó la carretera recta, doblando a dos cuadras hacia la derecha, iría con su chica primero.

Condujo a una velocidad media, ni tan rápido ni tan lento, pues no sabía de qué de trataba.
Acomodó el espejo retrovisor del coche mirándose de paso en el mismo, su cabello se había despeinado un poco, así que aprovechó un semáforo para acomodarlo.

En cuanto llegó al edificio departamental en el que vivía _____ estacionó su auto y entró hasta el elevador, moviendo el pie con ansias de llegar al sexto piso.

Apenas se abrió la puerta, el pelinegro se dirigió al departamento número nueve, acomodando su corbata al paso que llevaba.
Llegó al frente de la puerta, y en seguida tocó un par de veces.

_____: ¡Ah, un segundo... Ay!

Escuchó la voz de la chica dentro del departamento, seguida de un ruido fuerte, como si se hubiese caído con algo.

_____: ¡Estoy bien!

El chico sonrió levemente, sabía que cualquier cosa que le sucediera a _____ siempre era lo mínimo, por eso no había entrado rápido al departamento para ver lo que había pasado.

Escuchó algunos murmullos por parte de la chica hasta que al fin se dignó a abrir.
Al ser tan observador se percató hasta del más mínimo detalle agendo a lo normal que caracterizaba a su chica.

Naoto: ¿Qué pasa?

_____: ¿Eh?... Na-na-nada...

Respondió de inmediato mostrando una sonrisa nerviosa y pegándose al marco de la puerta con una mano en la cintura.

Naoto se acercó, poniéndola nerviosa por supuesto, y muy cerca del cuello de la chica inhaló despacio para luego volver a su lugar y pose rígida, con las manos detrás de él y una expresión muy seria.

Naoto: hoy te pusiste más perfume de lo habitual, tu ropa es nueva, no le quitaste la etiqueta del precio, y a juzgar por el aroma de tu casa diría que compraste velitas aromáticas, ¿Estás haciendo un ritual o qué?

La expresión de _____ era bastante graciosa, y es que el tener a un agente de policía como novio le hacía sumamente difícil ocultarle o planear sorpresas, Naoto no era para nada tonto, y eso le gustaba, pero no estaba colaborando con el plan de Hinata, cosa que solo hizo que se echara a reír.

"FASTIDIOSAMENTE PERFECTA"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora