Cap 30

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Dentro de la sala de visitas, Sanzu, comenzando a sentir los efectos de la droga, se lanzó sobre ella con la jeringa en la mano. Pero ______ no se dejaría tan fácilmente aún estando esposada. Lo único que pudo hacer, fué darle otra patada en el estómago.

_____: ¡Estás drogado imbécil!

Sanzu: deberías intentarlo, ¿Quieres?

_____: quita esa porquería de mi vista.

Dijo pateando su mano, con la que sostenía el frasco de pastillas.
La sonrisa del chico se amplió, hasta podría decir que logró asustarla un poco.

Sanzu: ésto termina aquí, Mikey no aguantará otra pérdida, yo a tí te mato... ¡Mataré dos pajaros de un tiro...!

_____: ¿Qué?...

Guardó la jeringa, y sacó finalmente el revolver, lo cargó y apuntó directamente a su cabeza.
_____ no quería verse asustada, tenía el seño fruncido, mirándolo fijamente.

?: ¡Ni se te ocurra!

Ni bien había volteado hacia la entrada de la sala, vieron a cuatro chicos llegar, el menor se acercó y golpeó a Haruchiyo, antes de correr hacia _____ para que el siguiente se encargara del pelirrosa.

_____: Alberich....

Alberich: órale, ¿Cuando fué la última vez que te visité? Creo que hace dos años.

_____: sí, te olvidas fácilmente de uno.

Alberich: perdóname, estaba en un viaje, mi negocio lo necesitaba.

Respondió tristemente abrazándola muy fuerte.

Phenril: chinga tu madre, estúpido, maldito, imbécil, con ella, no, te metes...

Decía al mismo tiempo que le daba golpes en la cara a Haruchiyo. Podría decir que hasta se llevaría fácilmente bien con Nahoya Kawata.

Andreas: quítate me toca...

?: Vaya vaya vaya, nunca pensé encontrar a los fundadores de Thunderbones aquí. ¿Vienen a defender a su reina?...

Todos voltearon hacia la puerta, estaba un hombre claramente unos años mayor que ellos, con un cigarro y una característica cicatriz sobre uno de sus ojos.
_____ no se veía extrañada con su presencia, todo lo contrario, hasta parecía sentirse aliviada al verlo.

Sanzu: Takeomi... No te necesito...

Takeomi: ¿De verdad? Te ves mal hermanito.

Dijo casi con un tono de burla mirando al pelirrosa.
Caminó lentamente hasta quedar frente a él, y se agachó sin quitarle la vista de en cima, para luego limpiar la sangre que escurría de su boca.

Takeomi: ... No voy a tolerar más golpes así en tí, ¿Me oíste?

Sanzu: no te metas...

Takeomi: cállate, y será mejor que te quedes quieto.

Dicho eso lo levantó del piso y, contra su voluntad, se lo echó al hombro como si fuera un saco. Haruchiyo no paraba de quejarse y de gritarle que lo soltara. El mayor lo ignoró y caminó nuevamente hacia la salida, antes de ser detenido por la chica.

_____: ¡Espera!... ¿Y-y Wakasa?...

Takeomi volteó a verla, recorriendola de pies a cabeza en un solo segundo.

Takeomi: ... No tienes que preocuparte, él está bien...

_____ asintió y bajó la vista, topándose con la mano libre de Takeomi. Éste le hizo una seña con los dedos que ella entendía perfectamente bien.

"FASTIDIOSAMENTE PERFECTA"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora