CAPITULO 4

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-Estilo de Fuego: Jutsu bola de fuego

Una gran bola de fuego apareció delante de Daiki, este saltó hacia atrás e hizo posiciones de manos.

-Estilo de Agua: Jutsu bala dragón de agua.

Daiki sostenía su posición pero poco a poco el fuego evaporó el agua.

-Imposible- vio un destello rosa aparecer delante de él y a pesar de que quiso reaccionar era muy tarde.

Se protegió con sus brazos pero eso no evitó que la Haruno lo estampara contra una de las paredes de la arena de pelea.

Sintió un piquete de dolor que se extendió desde su espalda recorriendo todo su cuerpo, pensar que la pelirosa no estaba utilizando toda su fuerza.

Abrió los ojos con dificultad y vio a la Haruno sonriéndole.

Había pasado cerca de un año desde que ella había llegado y aun así esa sonrisa lo seguía cautivando como la primera vez.

-Haz mejorado mucho en un año- apareció Nagato detrás de nosotros mientras sonreía orgulloso- Dominas las cinco naturaleza de chakra fácilmente-

En ese año Sakura realmente se había vuelto muy fuerte, tanto que sentía que no tenía la necesidad de utilizar el Rinnegan ante enemigos poderosos.

Le sonreí. De un momento a otro mi mente me transporto a otro lugar.

Salte hacia una rama más alta cuando un kunai me rozó la mejilla haciendo que me desconcentrara y cayera a tierra de forma estrepitosa.

En un parpadear Sasuke se colocó delante de mí mientras que tres hombres con armaduras y máscaras de animales aparecieron delante de nosotros.

-Sasuke-kun- susurre con algo de temor tomándolo de la camiseta.

Había visto muchas veces a esos hombres. Eran conocidos como cazadores especiales Anbu y no eran para nada amistosos.

-¿Qué quieren de nosotros?- soltó Sasuke frunciendo el ceño.

Me sostuve aún más al azabache tratando de calmarlo.

Sabía muy bien el poder que se debía tener para entrar en ese grupo de Elite, lo mejor era no molestarlos.

Uno de ellos sacó un kunai apuntando hacia nosotros, yo temblé y más cuando lo lanzó.

Sasuke me cubrió con su cuerpo mientras yo gritaba que se detuvieran.

En el último segundo el kunai fue desviado por otro que salió de una dirección contraria.

-¿Qué creen que están haciendo?- la voz de un cuarto enmascarado salió de entre los árboles.

Estaba molesto.

Pude notar como los otros tres se tensaron ante la presencia de este último, a pesar que este parecía menor que ellos.

Tenía el cabello gris y era más pequeño de estatura pero aun así su voz había sido muy autoritaria.

-Tranquilo jefe, solo queríamos probar si ser un prodigio era cuestión de sangre o no- los tres rieron y el peligris se cruzó de brazos.

-Pensé que ya lo habías hecho... cuando Itachi te hizo morder el polvo- contestó tranquilamente- Me pregunto qué pensará si sabe que quisiste jugar con su pequeño hermano -

-Jefe...- susurró su compañero algo nervioso.

-Vamonos al cuartel ¡Ahora!-ordeno.

Los cuatro desaparecieron dejándome aun temblando entre los brazos de Sasuke.

Tienes que dejarme irDonde viven las historias. Descúbrelo ahora