CAPITULO 18

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Kakashi esperaba a sus alumnos en la entrada de la aldea leyendo su libro hasta que los divisó dirigiéndose hacia él, Naruto hacía escándalo como siempre mientras Sasuke permanecía serio.

-Seré claro- guarde mi libro una vez llegaron a mi altura-Normalmente te habrías pasado la vida en prisión, es sólo porque ayudaste a deshacer el tsukuyomi infinito que ahora estás libre, así que por favor trata de no hacer ninguna locura, que asumí toda la responsabilidad- hablo el Hokage.

-Lo haré. Gracias- Kakashi asintió y se fue dejando a sus alumnos solos.

No esperaba un abrazo del Uchiha, el agradecerle ya era mucho de parte él.

Naruto sacó de su bolsillo la antigua banda de regulación de su compañero y se la estiro.

-¿Aun la tienes?- pregunto sorprendido y el rubio asintió- Lo conservaré hasta nuestra pelea final- respondió tomándola y guardándola en su porta shuriken.

-Espero que esta vez no nos rompamos un brazo si no Hinata me matara- río y el azabache le dedicó una pequeña sonrisa burlona.

El Uchiha inició su camino cuando a varios kilómetros de la entrada sintió una presencia conocida.

-Karin... muestrate- se giró viendo salir a una peliroja detrás de un árbol- ¿Qué haces aquí?- ella no respondió solo se acerco y poso una mano en su cabeza, este se soltó rápidamente, no le gustaba que lo tocaran.

-Al parecer aún está sellado- Sasuke ladeó la cabeza y la Uzumaki le dijo que tenía un sello de memoria.

La peliroja atrajo toda la atención del azabache mientras le explicaba que se dio cuenta de eso desde la primera vez que lo revisó y que no había sido Orochimaru a ponerselo.

Karin había estado entrenando varios de los jutsus de su clan y cómo deshacerlos, así que se ofreció a hacerlo.

Fueron hasta la guarida de Orochimaru, él se sentó en medio de unos escritos y a continuación Karin hizo sellos con sus manos y puso su mano en su cabeza. Un dolor inmenso lo golpeó noqueandolo al instante.

-¿Te verás hoy también con esa niña?- le pregunto Mikoto con una sonrisa a Sasuke que alistaba su porta shurikens- ¿Una cita?

-Iremos a entrenar- susurro avergonzado ¿Cómo es que sabía que se veía con Sakura?

-Te gusta mucho ¿no?- le pregunto juguetona y él no respondió.

-Me voy mamá- aviso para irse mientras escuchaba cómo reía.

Estaba ansioso por ver a la pelirosa, se encontraba ya en el lugar donde acordaron verse.

Traía un vestido verde claro como sus ojos mientras balanceaba sus piernas al borde del puente del lago.

-Sasuke-kun-saludó, este se sentó a su lado y le sonrió -¿Qué haremos hoy Sasuke-kun?- a èl no le interesaba lo que harían solo le bastaba con estar junto a ella.

-Lo que quieras- me encogí de hombros - ¡Es verdad! -recordé la última técnica que había aprendido, me levante y la ayude a hacerlo- Quiero mostrarte una cosa que aprendí.

Hice algunas posiciones de manos e inspiré lo más que pude llenando mi pecho de aire para luego soltarlo lentamente a la par que una bola de fuego se formaba delante de nosotros. Era la más grande que había hecho. Quería impresionarla.

-¡¡Wao!!- grito sorprendida- Sasuke-kun eso fue muy sorprendente- parpadeo mirando como las llamas iniciaban a desaparecer- Eres muy talentoso- se acercó a mí -Estoy seguro que pronto serás un gran ninja... que estoy diciendo... serás el mejor de todos y el más poderoso del mundo- alzaba sus manos para hacer énfasis en sus palabras.

Sakura era la única que me volteaba a ver, mis padres y mi clan solo me veían como la pequeña sombra de mi hermano mayor en cambio con Sakura siempre iba primero yo.

-¿Incluso mejor que Itachi?- susurre distraído.

-Claro que si... tú eres el número uno para mi- me tomo de la mejilla y me la jalo cariñosamente.

Nos quedamos mirándonos cuando divisamos un niño que tenía las manos en los bolsillos. Su caminar era lento como si no quisiera llegar a su destino pronto. Parecía algo triste y llevaba un moretón en el cachete.

Sakura miró a Sasuke y este negó. No le gustaba cuando Sakura hablaba con extraños. La mayoría de las personas de la aldea los veían con un dejo de molestia, lo había notado muy bien, incluso los niños. No quería que Sakura se sintiera mal por esa tontería.

Quiso detenerla pero fue tarde, ella ya había llegado hasta el rubio.

Él bufó cansado y se acercó de manera lenta hacia ellos.

-Él es mi amigo Sasuke-kun— lo presentó con el rubio una vez que llegó a su altura-Sasuke-kun... él se llama Naruto- él estiró su mano algo tímido y yo dudé un poco.

Justo cuando la iba a retirar yo la tomé apretándola.

-Un gusto- susurre al no ver fastidio ni malicia en sus ojos.

Algo que sí vi fue soledad y tristeza, algo que de alguna manera me creó sentimientos de tristeza.

-Naruto... nosotros siempre nos reunimos aquí- señalo el puente -Si deseas puedes venir en las tardes con nosotros... a veces entrenamos o solo jugamos a los ninjas- río - Es verdad, Sasuke-kun me acaba de mostrar algo muy genial... anda vamos Sasuke-kun enséñale- insistió Sakura pero me negué, ya no me quedaba chakra, lo había utilizado todo en el anterior jutsu.

-Quizás mañana... sí vienes- le hable a Naruto y este sonrió.

-Esta.. bien- lo miraba nervioso y lo entendía, Sakura lo había interceptado de una manera abrupta.

Además que le hablaba con tanta confianza que posiblemente lo incomodaba, seguramente el niño mañana ni se aparecería.

-¿Tienes hambre?- le pregunto Sakura, él ni siquiera respondió cuando ya había iniciado a jalarnos en dirección al puente donde habíamos dejado nuestras cosas.

Nos sentamos y la pelirosa sacó un onigiri y yo unos dangos. Vi a Naruto incomodarse y le ofrecí un palito de dango y Sakura la mitad de su onigiri.

Me sorprendí al ver cómo este empezaba a llorar, no tenía idea como lidiar con eso. ¿Acaso lo habíamos ofendido?

-¿Qué sucede Naruto-kun?- le preguntó Sakura acercándose a él lo que provocó en mí un sentimiento que no me gustaba.

-Es que...- su llanto se hacía mas ruidoso y se limpiaba las mejillas con el borde de su chamarra -Nadie había compartido su comida conmigo hasta ahora- eso me quito el apetito, ese niño realmente estaba solo.

No imaginaba una vida sin ninguno de mis seres queridos, tal vez enloquecería. Sin darme cuenta ya había puesto una mano en su espalda consolándolo de igual manera que Sakura.

Ella al ver mi reacción me sonrió.

-Tranquilo Naruto. Aquí estamos nosotros...-

Me levanté de la camilla sentándome abruptamente.

-Menos mal despertaste... pensé que te había matado- se burló Karin cuando vio a Sasuke levantarse, se iba a seguir burlándose cuando se dio cuenta que lloraba en silencio.

Era la primera vez que lo veía hacerlo. Trago fuerte y con cautela se acercó a él.

Los recuerdos de Sakura, Naruto, Konan, itachi y Shisui lo envolvían al azabache como un remolino.Tantas imágenes le llegaban de golpe y todos esos huecos en su memoria se iban completando lentamente.

Karin sintió su tristeza y no pudo evitar abrazarlo, no tenía idea de lo que estaba recordando y por un momento pensó que no había sido buena idea deshacer el sello. Debía haber una razón por la cual estaba ahí.

Cuando parecía haberse calmado se giró hacia ella algo cabizbajo.

-Gracias...muchas gracias Karin-agradecio a la peliroja tomándola por sorpresa.


Tienes que dejarme irDonde viven las historias. Descúbrelo ahora