CAPITULO 24

204 27 1
                                    

-Te traje esto- recibí la taza de té que la princesa Shizuka me ofreció y lo bebí de a pocos- ¿No estarás embarazada?- me ahogue con el té y me miro confundida.

Claro que no era cierto, después del beso que le di a Sasuke ninguno había dado el siguiente paso, ni siquiera nos habíamos vuelto a besar, nos enfocamos en nuestro sobrino que cada mañana nos esperaba ansioso para una nueva aventura.

-No- asegure, gracias a Kami no hizo más comentarios, le devolví la taza vacía y se retiró de mi habitación.

Me acurruque en la cama de lado y lleve una de mis manos a mi pecho que iniciaba a calentarse, emanaba chakra verde mientras poco a poco el dolor iba disminuyendo.

De improviso la puerta se abrió dejando ver a los últimos dos Uchihas, rápidamente quite mi mano de mi pecho y me senté en la cama algo cansada.

-Obasan- saludo Shisui saltando a la cama mientras Sasuke se sentaba al borde de esta- ¿Cómo te sientes hoy?-me miró expectante esperando una respuesta.

-Mucho mejor- le sonreí acariciando su cabeza- ¿Estás listo para partir mañana temprano?- él asintió emocionado y posó su cabeza en mis piernas mientras continuaba a acariciarlo.

-Sería mejor que te recuperaras al cien por ciento antes de partir, Shizuka hará venir mañana a un doctor- negué rápidamente y él me miró extrañado.

Desvié la mirada por miedo a que supiera que le estaba escondiendo algo.

Hacía ya una semana desde que la fatiga azoto mi cuerpo, pensé que solo se trataba por las actividades que había estado haciendo con Sasuke y Shisui pero mientras los dias avanzaban los síntomas de una enfermedad que no era tan desconocida para mi se hacían más notorios en mi cuerpo,no estaba segura al cien por ciento pero era justamente por eso que quería volver a la hoja cuanto antes para hablar con Tsunade.

Al día siguiente nos levantamos muy temprano para regresar a la aldea, a petición mía, no quería cruzarme con el doctor y arriesgarme a que Sasuke se enterase de lo que pienso que tengo.

Fue muy duro para la princesa despedirse de Shisui, no la culpaba, prácticamente lo había estado creciendo.

-Cuida mucho de él- me susurro cuando me abrazo en modo de despedida.

El camino fue algo largo y a pesar de que quise hacerme la dura Sasuke se dio cuenta de todo el esfuerzo que estaba haciendo para seguirles el ritmo así que cada vez que me sentía desmayar él ordenaba descansar.

Nos tomó más tiempo de lo pensado pero ya solo nos faltaba un par de kilómetros para llegar a la puerta de la aldea cuando sentí como un líquido se acumulaba en mi pecho, me aparté rápidamente de los chicos y vomité detrás de un árbol.

Mire lo que mi cuerpo había expulsado, era sangre.

-¿Estás bien?- escuche a Sasuke acercándose.

-No vengas- ordene, me limpie la boca y con el pie arrastre algo de tierra para ocultar lo que había expulsado mi cuerpo. Llegue hasta él y lo vi algo afligido- Tengo una intoxicación- menti- Ha bajado mis defensas y por eso estoy asi, al parecer no debí comer esos hongos- rei nerviosa pero eso no pareció convencerlo- Andando- inicie a caminar y él no tuvo otra opcion que seguirme.

(...)

Por fin llegamos, ya era oscuro, calculo que serían más o menos siete de la noche. Quería arrastrarme hacia alguna cama para dormir pero lastimosamente Kakashi-sensei nos estaba esperando en su oficina, él no tenía idea de Shisui, sería una sorpresa.

Entramos a su oficina y este estaba con su vestimenta de Hokage.Parecía que iba a iniciar a regañarnos, por lo que supongo se debía a que en todo el mes no le escribimos ninguna carta a excepción del de días anteriores donde le mencionamos que estábamos volviendo, hasta que una pequeña cabeza se asomó por mis piernas y este palideció.

Tienes que dejarme irDonde viven las historias. Descúbrelo ahora