CAPITULO 3

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-Décimo quinto principio shinobi...- susurro en un hilo de voz pegando su frente a la mía.

Ese principio...lo sabía de memoria, era el más importante para un ninja.

"Un shinobi nunca muestra sus sentimientos sin importar las circunstancias, los sentimientos son debilidad que nublan el juicio y debilitan el sentido del deber"

Poco a poco se alejó de mí dándome la espalda.

-Vete- su voz tenia un tono de culpa.

Como si esas palabras estuvieran matándolo.

-¡Ahora! ...Debes irte antes que lleguen.

Mire hacia el camino a mi antiguo hogar y sentí seis chakras en total a tan solo un kilómetro de nosotros.

No quería arriesgarme a que cambie de opinión así que escondí mi chakra dirigiéndome río arriba no sin antes darle una última mirada de agradecimiento.

Prácticamente había traicionado a Konoha por mi.

Una vez pase la frontera hacia la aldea de la cascada pude sentir dos presencias que se acercaron rápidamente, me puse en posición de ataque pero me relaje un poco al ver que eran los pelinaranjas.

-Llevame con Konan-

-Si te presentas ante ella con el nivel que tienes lo mas probable es que te elimine en un parpadeo. Si haz leído los pergamino sabrás que no dudara en hacerlo.

-Ya¿Entonces que debería hacer?

-Volverte fuerte. En primer lugar, te llevaremos a la aldea de la lluvia. Ahí desharemos el sello de tu memoria y el de tus poderes. Te enseñaré cómo utilizarlos  Te entrenare personalmente y luego te dire donde esta Konan.

¿Que otra opción tenia?

Sin más iniciamos a andar dirigiéndonos a la aldea de la lluvia.

(...)

Después de una larga caminata que nos llevó dos días, pasamos una especie de barrera y finalmente llegamos al que sería mi nuevo hogar.

Era una aldea algo fría con edificios altos, no había mucha gente en las calles y la mayoría pareciera sumergido en su propio mundo.

-Démonos prisa- seguí a Tendo entre las calles hasta llegar a un edificio.

Estaba en el medio de la aldea y era el más grande de todos.

Al entrar lo primero que divisé fue una especie de arena de pelea donde pude ver a un chico de cabello rojo con los mismos ojos púrpuras con los patrones circulares que los pelinaranjas.

-Es un gusto conocerte finalmente Sakura. Me llamo Nagato- él estaba sentado en una silla en lo alto de la arena haciendo que su voz hiciera eco en todo el lugar.

-¿Me conocías?-pregunte curiosa.

No lo recordaba.Aunque no es como si recordara mucho a decir verdad, hasta ahora solo había recordado perfectamente ese encuentro con Naruto y Sasuke en el puente, lo demás solo eran imágenes que aparecían tan rápido como se iban.

-No, pero he escuchado mucho de ti- susurro a mis espaldas y un escalofrío me recorrió todo el cuerpo.

Era muy rápido. A ese punto si decidía matarme ni siquiera sabría como lo hizo.

Me guío entre los pasillos para entrar a una especie de sala. Esta tenía un enorme ventanal por donde se veía la aldea que en esos momentos era bañada por la lluvia.

Tienes que dejarme irDonde viven las historias. Descúbrelo ahora