capitulo 8

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En cuanto llegaron a casa, su madre le pidió fríamente que esperara sentado en el sofá y él así lo hizo

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En cuanto llegaron a casa, su madre le pidió fríamente que esperara sentado en el sofá y él así lo hizo. Las manos le temblaban, tenía miedo de la reacción de sus padres, ellos ya lo sabían todo, era bastante obvio, pero la pregunta es... ¿cómo?

Entonces se maldijo por no ser más inteligente, era obvio que había sido el estúpido doctor, ojalá hubiese prevenido aquello, maldita sea, todo le salía mal. ¿Por qué a él?

— Te odio— habló para la cosa esa que tenía en su vientre— Todo es tu culpa.

Escuchó la voz de su padre y supo que estaba furioso, ellos no tardaron nada en aparecer frente a él y justo cuando Seungmin iba a decir algo, su madre le abofeteó haciéndole voltear el rostro por impacto. Joder, como dolía...

— ¡¿En qué mierda estabas pensando!?

— Mamá, yo... — comenzaron a salir lágrimas de sus ojos —Lo siento mucho, perdónenme.

—Estamos tan decepcionados de ti, te hemos dado todo, ¿y así es como nos pagas? — habló su padre igual de enojado.

Sólo mantenía la cabeza gacha, mientras lloraba y escuchaba sus regaños, sabía que era su culpa, eran las consecuencias de sus actos y no esperaba que sus padres le solaparán aquello.

Era normal que algún día tuviese una familia, si, pero era una vergüenza que un omega se convirtiera en mamá a tan temprana edad.

— No puedo creerlo, Kim Seungmin— se sobó la sien— Te has arruinado la maldita vida por tus calenturas. ¿Al menos sabes de quién es ese bebé?

— Si — contestó aún sin poder verlos a la cara.

— Perfecto, tienes que saber que en esta casa ya no puedes estar— habló su madre fríamente y su esposo la miró sorprendido.

Ella era toda una omega dominante.

—Pero cariño... — en realidad, él pensaba apoyar a Seungmin, si, estaba decepcionado, pero al final de todo, era su único hijo.

—Ya lo escuchaste, agarras tus cosas y te vas de aquí — habló sin importarle qué Seungmin llorará aún más— Vete con el alfa responsable de esto.

— Por favor mamá, no hagas esto— se arrodilló— No quiero irme de aquí, no quiero tener este bebé... no me dejes solo.

Ella lo miró con seriedad, a pesar de sentir tristeza en su corazón, debía ser así, para que aprendiera que los errores, debían pagarse. No podía simplemente dejar pasar aquello, tampoco iba a permitir que se deshiciera así tan fácil del pobre bebé, eso no le habían enseñado a ella.

—No cambiaré de opinión— dijo y sin más, se dio la vuelta para irse, mientras su marido iba detrás de ella tratando de convencerla de que pensará mejor las cosas.

Mientras tanto, él peli—rosa estaba devastado, no podía dejar de llorar, ¿ahora a dónde iba a ir? no podía ir y presentarse simplemente a casa de Minho, ni siquiera estaba marcado y bueno, no deseaba estar con él.

— ¿Ahora a dónde voy? — se preguntó mientras guardaba las pocas cosas que cabían en una maleta. El corazón le dolía, dolía horriblemente que su propia familia le haya dado la espalda de esa manera y que encima, le corrieran de casa sabiendo que no tenía a dónde ir.

No quería molestar a la familia de Jisung, ellos apenas y cabían en su pequeña casa, además, sería una vergüenza con sus padres, no podía mirar a la cara a nadie, se sentía un idiota, ¿cómo pudo pasarle eso a él?

Minho se encontraba con aquella omega que conquistó en la tarde, estaban pasando un buen rato juntos, cuando su celular comenzó a sonar, era un número desconocido, así que no contestó.

— ¿Quieres ir a mi casa? — le preguntó a la chica y ella asintió.

—Por supuesto.

Lo que Lee no sabía, era que quien le llamaba, era él pobre de Seungminnie, que se encontraba en la calle, triste y desesperado.

— Contesta maldito alfa imbécil —habló con enojo. La noche comenzaba a caer, así que no podía seguir afuera, no lo siguió pensando y se dirigió a casa del pelinegro, poco le importaba ya lo que pasaría, aquello no era sólo su culpa, también era de Minho por no haberse puesto el jodido condón y ahora, tenía que hacerse responsable.

Después de un rato, llegó a casa del chico y con un gran suspiró agarró valor para tocar el timbre. Segundos después, se apareció una mujer alta, hermosa y pelinegra; era la señora Lee.

— ¿En que puedo ayudarte? — le preguntó dulcemente y Seungmin, no tardó en echarse a llorar.

— ¿En que puedo ayudarte? — le preguntó dulcemente y Seungmin, no tardó en echarse a llorar

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baby on the way ✧ knowminDonde viven las historias. Descúbrelo ahora