El odio que Seungmin y Minho sentían el uno por el otro era mutuo, pero en una noche de fiesta con copas de más, terminan haciendo lo que jamás imaginaron.
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꒰ ♡ : historia terminada
꒰ ♡ : gráficos por: honniegraph
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Seungmin, en el silencio de la noche se quedaba pensando en lo mucho que su vida había dado un cambio total. Era increíble como las cosas eran tan distintas a hace un año atrás.
Hace un año atrás se sentía perdido, que nada tenía sentido y lo peor era que, creía que jamás encontraría una salida al horrible callejón obscuro en el que creía que estaba metido. Pero cuando menos lo esperaba, una pequeña luz le devolvió las esperanzas.
Poco a poco, esa luz fue haciéndose cada vez más grande hasta iluminar por completo el callejón. Y no encontró una salida, encontró una puerta que contenía una gran oportunidad dentro.
La oportunidad de poder ser feliz, de tener un Alfa que lo quería y un bebé que no sabía que podía hacerle sentir tanto amor, pero que le estaba enseñando muchas cualidades como la paciencia, cariño y madurez.
El Omega coqueto que adoraba la atención, ese que era antes de que llegara a casa de la señora Lee, le parecía un Omega totalmente infeliz y inmaduro que solamente buscaba atención para no sentirse miserable. Ahora, podía decir que era mejor persona y aunque le faltaban muchas cosas por aprender, había dado un gran paso para cambiar.
— ¿Estás despierto? —. susurró Minho al verlo sentado en la cama.
— Me pareció oír a Myeong, pero sigue durmiendo.
— Está bien, si despierta yo lo cuidaré —extendió sus brazos para hacerle saber que quería abrazarlo. Seungmin se acercó para que acurrucarse en su pecho y sentir ese calor que sólo su Alfa podía darle.
— Creo que nunca te lo he dicho pero, gracias por haber llegado a mi vida — Seungminnie hablo con sinceridad.
— Fue el destino.
— Tienes razón — una bonita sonrisa se dibujó en sus labios — Entonces, gracias por no haber usado condón
— bromeó.
Minho sonrió ante aquella broma y negó — Gracias por haberme seducido en esa fiesta.
— Tenemos una extraña historia de amor. ¿Esa le vamos a contar a nuestro pequeño?
— Omitamos algunas cosas.
— ¿Le diremos que sus padres se odiaban demasiado? — el peli-rosa miró a su alfa con atención. Amaba ver sus lindos ojos, le hacían sentir que le miraban con intensidad.
— Le diremos que del odio al amor sólo hay un paso — y sin decir más, unieron sus labios en un suave y pequeño beso. Fue convirtiéndose en uno más intenso, sus labios se acariciaban de manera delicada pero también se reclamaban el uno al otro.
Seungmin subió encima de su regazo y deslizó las manos bajo la camisa de tela del Alfa, acarició su pecho sin dejar de besarlo. Sus lenguas se acariciaban de manera tan sensual que cada vez más les hacía sentir excitados. ¿Era correcto hacerlo cuando el bebé dormía ahí?
