Las lágrimas del Omega eran intrusas en aquel beso. Minho podia sentir el sabor salado en su boca, pero aún así no se detenía. Se suponía que le había besado para callarlo, pero una vez que volvió a probar esos dulces labios esponjosos, ya no quiso detenerse.
Al principio, sus labios se movieron de una manera rápida mientras Seungmin trataba de empujarle, pero después que se rindió y le correspondió el beso fue lento y delicado.
Las respiraciones de ambos estaba intranquila, en especial la de Minho que no entendía porque le causaba tanto placer besarle de esa manera. Sus manos viajaron desde su pequeña barriguita hinchada hasta su cabello, lo acarició con delicadeza sintiendo los sollozos del peli-rosa debajo de su cuerpo.
Tenía miedo por la reacción de Seungmin, ya no quería seguir escuchándole gritar. Iba a volverse loco, se arrancaría los cabellos de la desesperación si eso sucedía. Se separó lentamente de él tomándole por las muñecas para impedir si quería golpearle, lo miró fijamente a los ojos ; sus ojos café cristalizados por el llanto.
— ¿Estás más tranquilo? —preguntó con suavidad.
— Yo... yo estoy —habló con las mejillas sonrojadas— Bájate, me duele.
— Lo siento —le soltó para bajarse. Seungmin se sentó rápidamente y se limpió las mejillas húmedas sin mirarle.
Estaba avergonzado. No entendía porque le había besado de esa manera, y odiaba la tranquilidad que le había hecho sentir al momento en el que acarició su vientre.
— Iré a darme un baño —dijo y sin más, se levantó para huir de ahí. Sin importarle darle explicaciones de lo que hizo, sin nada más que sólo eso.
Seungmin se despojó de toda su ropa y se metió a la bañera para simplemente quedarse ahí, por un buen rato. Pensando en lo que acababa de suceder, más bien en toda su vida, en lo que se había convertido. Un día era un Omega popular, deseado y amado por alfas, y al otro estaba esperando un bebé del Alfa que más odiaba en el mundo.
Desde aquello, todo se desmoronó. Se quedó sin nada de lo que tanto quería, claro que le dolía. Era difícil de asimilar, no quería aceptar que su vida jamás sería la misma, no quería verle el lado positivo a todo lo que sucedía. Por eso, se quedó dentro de la ducha, con miles de pensamientos que le hacían doler el corazón y con ese nudo en la garganta.
— Seungmin... ¿Estas bien? — preguntó Minho a través de la puerta— No has salido desde hace casi una hora.
— Ahora salgo — respondió en un hilo de voz.
Salió de la bañera con cuidado de no resbalarse, se secó el cuerpo con una toalla y después se puso la bata sin nada de ropa abajo. No había llevado algo que ponerse, así que simplemente salió así, estaba agotado de tanto llorar. Sus ojos pesaban, sólo deseaba dormir.
— ¿Podemos hablar?
— Tengo sueño, Minho —le ignoró para irse acostar sobre el colchón.
— Seungmin, lo siento —se sentó en el borde de esta— No quise lastimarte, pero tú me hiciste enojar tanto que-
— Si, perdón por eso —contestó dejando sorprendido al pelinegro— No debí besar a San, tampoco debí gritarte así. Solo déjame dormir, ¿si?
— De acuerdo —suspiró con pesadez, se levantó de la cama dándole la espalda y entonces él peli-rosa observó su camisa manchada de rojo. Era sangre.
Abrió los ojos de más y se sentó de un movimiento rápido — ¿Qué te sucedió?
Minho no entendió. Así que Seungmin se levantó para darle la vuelta y sin avisarle, alzarle la camisa. Vio la cortada que traía en la espalda baja, de esta salía sangre y eso hizo que se asustara.
— Estas lastimado, iré por el botiquín —, corrió al baño para buscarlo, rápidamente salió para tomar al Alfa y hacerle sentarse en la cama— Quítate la camisa.
Minho no rechistó. Simplemente se dejó curar por las pequeñas y suaves manos de Seungmin, sintiendo el ambiente tenso. Las cosas no estaban bien, nada estaba bien para ninguno de los dos.
— ¿Te duele?
— Bueno, si. Pero continúa.
El omega continuó hasta que finalmente vendó su espalda y dejó el kit de primeros auxilios a un lado. Minho se quitó la camisa por completo y se dio la vuelta quedando frente a frente.
— Gracias, Seungmin.
— Debí hacerlo, yo te empujé —recordó que fue su culpa— Todo se salió de control.
Por primera vez, se sentía culpable. Tal vez era por la tristeza que inundó su corazón, no lo sabía. Pero ya no quería seguir discutiendo aquel día, no iba a poder soportarlo más... Necesitaba paz.
— Descansa, debo regresar a la tienda. Tuve que conseguir empleo para comenzar a ahorrar, nuestro bebé me necesita —habló haciéndole sentir una sensación extraña en el pecho— Mi madre llegó hace un rato, no le dije nada.
— Bien — asintió y en el momento en que Minho se levantó para buscar otra camisa y después irse, se escondió bajo las sábanas.
La señora Lee se encontraba preparando la cena, observó desde la cocina a su hijo salir y no dudó en ir detrás suyo.
— ¿Está todo bien?
— Todo bien, mamá —besó su frente— Vuelvo más tarde, por favor cuida de Seungmin.
— Lo haré —sonrió dulcemente.
El Alfa regresó a trabajar, pero no podía sacarse de la mente a ese peli-rosa bajito que tanto le hacía hacer coraje. ¿Por qué sólo podía pensar en sus dulces y suaves labios?
Al parecer, al verlo llorar de esa manera tan vulnerable, al escucharle pedir disculpas por primera vez, su corazón se ablandó ante ese Omega terrible.
Gracias por leer<3
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baby on the way ✧ knowmin
FanficEl odio que Seungmin y Minho sentían el uno por el otro era mutuo, pero en una noche de fiesta con copas de más, terminan haciendo lo que jamás imaginaron. ꒰ ♡ : minho top ¡! seungmin bottom ꒰ ♡ : historia terminada ꒰ ♡ : gráficos por: honniegraph ...