Mi Concubino

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Aquel gran imperio era gobernado por el gran sultán Min, un sultán muy malvado y despiadado.

La noticia de la muerte de aquel sultán para muchos fue una bendición. Muchos sintieron temor al escuchar que el único hijo varón del sultán pasaría al trono.

Como era de esperarse el príncipe heredero de la corona, Min yoongi era un despiadado al igual que su padre o esos eran los rumores que corrían.

A la edad de dieciséis años se convirtió en el sultán de todo un imperio, con miedo tomó el puesto como sultán.

A los dieciocho tuvo su primera concubina una chica de tes clara delicada y muy bella, una mujer a la cual amaba. Pero nada es para siempre. hubieron más mujer en su cama, más amores en su corazón.

era criticado por no darle un heredero al pueblo, como mandaban las leyes, como caída del cielo una concubina entró a sus aposentos una que le dio lo que tanto deseaba.

Tenía todo un imperio en su poder, tenía el respeto y miedo de todas la personas pero aún así sentía un gran vacío en su corazón uno que nadie lograba llenar.

- sultán..- escucho una voz que lo saco de sus pensamientos- felicidades la concubina suran a dado a luz a un príncipe-

Todo el pueblo celebró el nacimiento de aquél príncipe que había nacido, más el gran sultán yoongi se escondió en sus aposentos mientras lloraba.

- eres increíble yoongi- escucho una voz que provenía de la oscuridad- hace dos días que nació el pequeño niño y tú aún no vas a conocerlo, olvidas que tienes que darle un nombre- reconoció aquella voz que lo regañaba

- dije que no quería que nadie entrará- respondió molesto

- no existe lugar, ni persona que me prohíba la entrada- río su hermana - dime que es lo que está atormentado tu cabeza.- pregunto mientras observaba los fuegos artificiales

- tengo miedo...- susurro yoongi- todo esto me da miedo... No se que hacer....Jieun, ayúdame- tartamudeo debido a los espasmos de su llanto

- Beomgyu....- escucho susurrar a su hermana, frunció el ceño al no entender- es un nombre lindo para un niño- hablo la sultana antes de salir de aquellos aposentos

En todo el pueblo se rumoreaba el nombre del pequeño príncipe que había nacido, todo adoraban aquel bebé.

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Yoongi miro a su madre no entiendo lo que le estaba diciendo, últimamente tenía mucho demasiado problemas, una gran campaña se acercaba y no tenía tiempo para cosas sin importancia.

- estás entendiendo hijo- hablo hyejin al ver el rostro serio de yoongi- Suran tu concubina merece ser sultana ya.- respiró profundamente al escuchar aquello

- no crees que es muy pronto para eso madre - pregunto ya molesto

- ella te a dado a un príncipe es más que justo que sea sultana - murmuró hyejin

Yoongi toda su vida tuvo que obedecer a todo lo que su madre decía pues su cabeza le decía que todo lo que su madre ordenaba estaba bien.

La noticia corrió por todo el imperio, aquel rumor que la concubina del sultán se había vuelto sultana.

- Mi sultán yoongi- escucho a suran entrar a sus aposentos, dirigió su vista a la chica la vio con un vestido rojo por lo que supuso a lo que iba- la sultana madre dijo que ya han pasado tres meses por lo que podemos estar juntos de nuevo- susurro la mujer con emoción.

Yoongi simplemente señaló la cama y dirigió su vista al anillo que está creando.

- es muy bello- hablo suran mientras mira el anillo- cuando lo terminará- pregunto ansiosa- es para mí- volvió a preguntar, yoongi solo asintió.

Guardo aquel anillo de piedra azul. Se paró frente a la mujer con un sonrisa, intento besarla más no pudo al verla arrodillarse y besar el dobladillo de su traje.

- mi sultán lo extrañe- susurro la mujer con un brillo en sus ojos

Las noches así eran las más largas y cansandas para yoongi. El deseaba no tener que hacer aquello pero tenia que dar herederos al trono.

Suspiro mientras miraba las grandes estrellas, se preguntaba si existía alguna persona tan bella como esas constelaciones, sonrió con cierto cansancio.

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Las puertas de los aposentos se abrieron dejando ver a una mujer entrar con una sonrisa.

- madre sultana. Que bella se ve el día de hoy- halago la criada haciendo sonreír a la sultana- han traído unas mujeres..... Pero- murmuró preocupada

- ¿Que pasa? Que sucede wheein- pregunto hyejin - no me asusté querida, qué es lo que pasa- pregunto ya temerosa

- han traído a un muchacho- susurro- el hombre dijo que era un doncel-

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Todas miraron con miedo a la Sultana madre pues estaba molesta y eso no era bueno para nadie.

Las puertas del aren fueron abiertas dejando entrar a la sultana, todos hicieron reverencia y bajaron su mirada, excepto uno que miraba con curiosidad a la sultana.

- quién te crees que eres para no hacer reverencia ante mi!!!- le gritó al chico rubio que la miraba con curiosidad- respondé! Haré que te matenme si no dices nada- amenazó molesta

- Султанша, извините, что разозлила вас - respondió el chico con una sonrisa. Hyejin frunció el ceño sin entender lo dicho por el chico.

- busca alguien que entienda lo que esté chico dice- pidió a uno de los empleados que estaba a su lado sorprendido- YA!!!- grito asustandolo.

Una criada se acerco con cierto temor a la sultana, pues no sabía si era buena idea hablarle, la sultana miro a la criada

- yo puedo hablar ruso, madre sultana- hablo con miedo la criada no quería ser castigada

- dime qué fue lo que dijo este chico- pidió más relajada la sultana

- Меня зовут Чим, я из России.- hablo el chico llamando la atención de la sultana y la criada - Извините, если я разозлил ее, я не знаю ее обычаев - termino de hablar el rubio

La sultana dirigió su vista a la criada esperando que le traduciera.

- dijo que se llama chim y viene de rusia- susurro la chica- pidió perdón si la ofendió dice que no conoce las costumbres de aquí-

La sultana regreso su vista al chico rubio, este tenía una gran sonrisa en su rostro.

- dile de tiene que aprender coreano lo más pronto posible, tiene que conocer las costumbres de aquí si no quiere morir- hablo molesto hyejin- dile que ahora pertenece al gran imperio del sultán yoongi-

dicho eso hyejin salió del aren dejando a todos confundidos, se preguntaban porque no castigo aquel chico que le faltó al respeto.

- no es necesario que me digas lo que dijo la sultana- hablo chim con una sonrisa dejando sorprendida a la criada a su lado.

Wheein mordió su labio luego de escuchar al rubio hablar perfectamente coreano, sabía que ese chico traería problemas al palacio.

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