Capítulo 16

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Anastasia

Estaba tranquila en mis apocentos leyendo un libro.

- Anastasia prepárate el sultán te llamo - la señorita afife entro a mis apocentos interrumpiendo mi paz.

- ¿El sultán quiere verme? - le pregunté con una sonrisa.

- Si, pidió verte - respondió, me levanté de mi lugar y me dirigí a la señorita afife.

- Señorita afife dígale que no podré verlo hoy - le respondí.

- ¿Que dices? No digas esas cosas y apresúrate a cambiarte - dijo mientras salía de mi habitación.

- No iré por qué la sultana Hurrem y la sultana Mihrimah me llamaron para cenar - le expliqué y ella se detuvo antes de llegar a salir por completo.

- Estás hablando de el sultán Nassia, deja de decir tonterías, cuando regrese quiero verte lista, llamaré a Melek.

- No iré - le dije sería - si está tan necesitado puedes decirle que llame a Nurbahar, ella estara más que feliz de verlo - dije y cerré la puerta.

- Nassia, sal de ahí ahora - dijo, pero no la escuché - niña malcriada - bufo y escuche sus pasos alejarse.

¿Mehmet pensaba que esto sería así de fácil? No, no dejaré que me vea, me acerque a la puerta y la cerré con seguro.

- Nassia - escuché a Melek murmurar - abreme soy yo.

Me acerque, abrí la puerta rápidamente, la jale hacia adentro y volví a cerrar.

- ¿Está listo? - pregunté

- Si, la sultana dijo que irías al palacio de casa, solo los más leales a la sultana lo saben y nadie le dirá al sultán - me explicó.

Asentí, mehmet necesitaba una lección, iría al palacio de casa durante 1 semana, yo había planeado no dejar que mehmet me vea por un mes, pero la sultana Hurrem y Mihrimah dijieron que podían ayudarme mandándome al palacio de casa por qué eso desesperaria más a mehmet, él no sabría dónde estaba.

- Anastasia - escuché la voz molesta de mehmet desde el otro lado de la puerta, intento abrir, pero no pudo - Anastasia si no abres ahora mism...

- ¿Que va a pasar? - le interrumpí y reté

- ¿Por qué estás haciendo esto? Te estás comportando como una niña pequeña - dijo irritado, pero no le respondí - bien, hablaremos mañana cuando estés más calmada - escuche sus pasos alejarse y solté el aire que había estado reteniendo.

¿Mañana? Mañana ya no estaría aquí y él no sabrá dónde encontrarme.

- Aún no entiendo cómo puedes enfrentar al sultán - hablo Melek.

- Se lo merece - respondí con simpleza.

- Él es el sultán, no puedes rechazarlo, eso es ejecución, pero tú lo haces como si fuera nada -  a pesar de que ella me había ayudado con todo esto seguía sorprendida.

- Bueno tengo el apoyo de la sultana Hurrem y la sultana Mihrimah, así que es una ventaja para mí - respondí con una sonrisa.

- Es cierto - suspiro cansada - No podré salir de aquí hasta que tú salgas ¿Verdad? - preguntó.

- Irás conmigo al palacio de casa - le sonreí, esto era algo que ella no sabía.

- ¿Iré contigo? - preguntó incrédula.

- Si, la sultana hurrem dió su permiso, dijo que si estaba sola ahí probablemente me aburriría - le expliqué.

- Le agradeceré antes de irnos, pero no tengo nada listo y ahora estoy encerrada aquí

- La sultana Hurrem se encargará de eso, tu tranquila.

Nos iríamos mañana temprano por qué no queríamos que mehmet se de cuenta y los que nos ayudarían tenían prohibido hablar sobre algo, la sultana Hurrem se había encargado de eso, nadie se atrevería a desobedecer a la madre sultana.

- Hay que dormir por qué mañana será un día largo - me heche en la cama, pero ella no - ¿Que haces? Ven acuéstate conmigo.

- ¿Estás segura?

- Melek, eres mi amiga y me estás ayudando con esto a pesar de que pones tu vida en riesgo.

- Bueno eso es por qué creo que el sultán merece esto - murmuro bajito como si no quisiese que nadie más la escuché, solté una carcajada.

- Eso es cierto, pero ahora ven, hechate conmigo, ella se hecho a mi lado.

- ¿Como enamoraste al sultán? - me preguntó.

- Creo que fue cuando chocamos - le respondí.

- ¿Cuando chocaron? - preguntó confundida.

- Si, había chocado con él antes de ir a sus apocentos - le conté.

- ¿Por eso fuiste esa vez a su habitación, pero saliste rápidamente?

- Eso fue por que quería pedirle algo

- Ahora entiendo, todas en el harem piensan que el te rechazo y luego se quedaron sorprendidas cuando vieron que él te llamaba seguido - me contó.

- Ellas dicen lo que quieren, en especial ayse, tiene una lengua muy larga, cualquier día puede soltar algo indebido y causar su propia muerte.

- Ella aún cree que el sultán se aburrirá de ti

- No lo hara - le aseguré.

Después de eso conversamos un rato más sobre las cosas que podríamos hacer en el palacio de casa,el sueño llego a nosotras, me dormí con una sonrisa en el rostro por qué sabía que mañana sería un día entretenido para la sultana Hurrem y Mihrimah, quisiera quedarme aquí solo para ver la expresión de mehmet cuando se entere que no estoy aquí, no sabía que le diría la sultana Hurrem por qué estaba segura que mehmet le preguntaría dónde estoy.

Un Amor Entre ÉpocasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora