Capítulo 42

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Kosem

Ya había pasado dos semanas desde que volvimos del palacio de casa, mehmet había mejorado por completo y ahora por fin podía estar completamente tranquila.

- Kosem - me llamaron.

Bueno, quizás la tranquilidad duro poco, di la vuelta y sonreí de la manera más hipócrita posible.

- Sultana - saludé a la sultana shahrazad.

- Me pregunto si has estado huyendo de mi - sonrió divertida - Ni mi hermana, ni yo te hemos visto desde que hiciste que ejecutarán a Hadan - está vez su voz fue totalmente sería.

- Parece que pudo saber que paso realmente - sonreí.

- Era algo demasiado obvio kosem - dijo molesta - agradece que no le dije nada a mi sobrino por qué si no la ejecutada serías tú por engañar al sultán - me rei.

- Sultana se que trato de defender a hadan, pero ese intento fue en vano por qué en ese momento mehmet no podía pensar en nada más que encontrar un culpable - sonreí - y la única culpable podría ser Hadan.

- Según tu y Mihrimah - dijo divertida

- No, según el veneno que encontramos entre sus cosas - dije con su mismo tono divertido, al parecer no averiguo todo por qué si no también mencionaria a la sultana hurrem, parece que no es tan inteligente como cree.

- Eres muy buena en esto, hay que admitirlo, pero no lo suficiente - dijo seria - soy una sultana de sangre, tú eres una sultana por darle hijos a mi sobrino, nada más, así que será mejor que conozcas tus límites.

- Le diré lo mismo que le dije a Hadan - me acerque a ella - no se meta en mi camino sultana, por qué termina muy mal.

- Estás amenazando a una sultana - aún tenía la mirada sería en su rostro.

- No la estoy amenazando sultana, estoy aconsejandole que no sea una sea una molestia para mí - dije segura - Hadan fue un ejemplo que le di, pero eso es tan solo una parte de lo que puedo hacer si es que se interpone en mi camino.

- Hadan era demasiado impulsiva dejo que la atraparán, yo no lo seré acabaré contigo y con Hurrem - aseguró.

Ella pensaba que en realidad Hadan logró envenenarme, parece que espere mucho de la sultana shahrazad, que decepción.

- Tiene dos opciones sultana, puede irse de aquí junto con su hermana y su hija para poder vivir una vida tranquila o puede quedarse aquí para ser humillada como lo fue Hadan.

- Ya te lo dije, Hadan era una simple criada soy una sultana de sangre, jamás podría si quería hacer una reverencia hacia ti - aseguró.

- Hadan dijo que me hecharia del palacio, pero aún sigo aquí ¿Que le hace pensar que usted podrá contra mi? Y ella ya ni siquiera entra entre nosotros - sonreí - lo único que dice es que es una sultana de sangre ¿Esa es su única manera de defenderse?

- Kosem - sonrió - no deberías subestimar así a tus enemigos recuerda como fue que llegaste aqui, te secuestraron, Hurrem te ayudo a estar con su hijo y ahora eres una sultana gracias a la suerte.

- Usted también es una sultana por suerte - sonreí - es una sultana por qué Allah quiso que usted fuera una Sultana por qué usted pudo haber sido una mujer como yo - ella hizo una muerta de asco cuando dije que ella pudo haber sigo como yo - yo soy una sultana por qué la madre sultana me dió una oportunidad para amar a su hijo, somos iguales - sonreí.

- No lo somos - aseguró molesta - lo sabrás cuando logré que mehmet te olvide y te mandé al palacio viejo, te quedarás ahí hasta el día de tu muerte - sonrió - sola, nadie estará contigo, te quitaré a tus hijos, mi sobrino te olvidara y nadie podrá detenerme.

- Puede hacer lo que quiere conmigo sultana, pero si se atreve a tocar tan solo un cabello de mis hijos tendrá un destino peor que el de Hadan - amenacé.

- ¿Peor que el de Hadan? La humillaste frente a muchas personas, hiciste que la torturan, se arrodilló ante ti y te rogó piedad ¿Que puede ser peor que eso? - preguntó divertida.

- Usted dijo que yo soy una criada y que usted es una sultana de sangre ¿Verdad? ¿Se imagina que dirán todos cuando sea humillada por una simple criada como yo? - sonreí.

- Ni si quiera podrás hacer que me manden al calabozo - grito - mehmet no puede hacer eso por qué soy su tía recuerdalo.

- Una sultana de sangre - murmure - ¿De que sirve eso sí no puedes amar a quien usted quiere? - ella me miró confundida - escuché que su esposo puede ser muy abusador, es una sultana, pero ni si quiera pudo elegir con quién casarse.

Ella apretó la mandíbula molesta.

- No tienes idea de lo que hablas - grito, ella estaba comenzando a perder la paciencia.

- Todo el harem lo sabe sultana, incluso ahora no puede divorciarse de él - aseguré - ¿No quiere hacerlo? ¿Le gusta estar en un matrimonio así?

- Silencio - ordenó, pero no hice caso a su orden.

- Yo pude elegir a quien amar, soy una sultana por qué mi amor es correspondido usted misma lo dijo, puedo amar a quien yo quiera, pero usted siempre estará atada a un hombre que nun...

No pude terminar de hablar por qué ella me tiró una fuerte cachetada, fue tan fuerte que caí al piso y golpee mi cabeza fuertemente haciendo que pierda el conocimiento.


Un Amor Entre ÉpocasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora