Capítulo 37

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Mehmet

Tenía que terminar de ver estos documentos para poder ir a ver a kosem, le diría para ir al palacio de casa juntos, aunque ese palacio no me caía muy bien que digamos, siempre que kosem se enoja va para haya, pero a kosem parece gustarle mucho ese palacio así que por eso iremos ahí.

- Mehmet - Mihrimah entro gritando a mis apocentos, estaba con Hadan y cuando entró la tiró al suelo, ella estaba llorando.

- ¿Que es lo que pasa? - pregunté confundido.

Ella me enseñó una botella que tenía en la mano.

- Envenenó a kos..

Ni si quiera termine de escucharla por qué salí corriendo hacia los apocentos de Kosem.

- Mehmet hijo, espera - mi madre me detuvo antes de que pudiera entrar.

- Madre suéltame - le pedí

- Escúchame mehmet, la doctora está dentro con kosem, acaba de llegar, no la interrumpas la vida de kosem está en sus manos así que déjala trabajar - dijo sería.

Respiraba agitadamente por qué vine corriendo y por qué tenía miedo de lo que pudiera pasarle a kosem.

- Guardias - grité.

- Su majestad - se acercó uno de ellos.

- Lleven a Hadan a los calabozos me encargaré de ella después - dije molesto, ahora lo más importante era saber cómo estaba kosem.

- Como ordené su majestad - dijo y se fueron.

- ¿Por qué se demora tanto? - me queje

- Recién acaba de llegar mehmet, espera un poco más - pidio.

- No puedo madre, no puedo tranquilizarme sabiendo que la vida de kosem está en peligro, mataré a Hadan, la mataré, lo juro - grité.

- Mehmet, no es momento de alterarse - me regaño - ahora lo más importante es ver qué kosem este bien, luego te encargaras de esa mujer.

- Hermano - Mihrimah llego con nosotros - ¿Como está? - preguntó preocupada.

- Aún no sale - le dije - ¿Como sucedió esto? - pregunté molesto.

- Escuche que Hadan intentaría envenenar a kosem, iba a detenerla, pero al parecer llegue tarde - se quejó.

- Su majestad - la doctora salió de la habitación y llegue hasta ella de un solo movimiento.

- ¿Como está? - le pregunté desesperado.

- Ella está bien gracias a alá, fue envenenada, es un milagro que vaya a estar bien - dijo.

Me estremecí ante la posibilidad de casi perder a kosem, no podría soportar eso.

- Gracias a ala - mi madre suspiró aliviada igual que Mihrimah.

- Sultanas, su majestad - esma se acercó a nosotras - disculpe que los interrumpa, pero las pequeñas sultanas y el principe no dejan de llorar, es como si supieran lo que está pasando.

- Ve hermano, nosotras cuidaremos de kosem, anda a tranquilazar a tus hijos, te llamaremos cuando ella despierte - dijo Mihrimah con una sonrisa comprensiva.

No quería irme, pero no podía dejar llorando a mis hijos así que tenía que pensar en algo.

- Trae a mis hijos - le ordené a esma - estaremos dentro con su madre, no quiero alejarme de kosem - dije serio.

- Como ordené su majestad - hizo una reverencia y se fue.

- ¿Que harás con Hadan? - preguntó Mihrimah.

- Es obvio que la mandaré a ejecutar, pero antes me aseguraré de que se arrepienta de haber querido acabar con la vida de kosem - dije molesto, ella sonrió.

- Parece que ya estás aprendiendo hermanito - dijo divertida - me siento orgullosa de ti - fingió limpiarse una lágrima.

- No es momento para esto Mihrimah - la regañé.

- Kosem estará bien ¿Crees que ella te dejaría a ti y a sus hijos? Ella despertara - dijo segura.

- Su majestad - esma regreso junto con Melek había una criada más que yo no conocía, pero ella ayudaba a llevar a Azize - Logramos calmarlos un poco en el camino para que no despierten a la sultana - ellos tenían sus ojitos rojos e hinchados por llorar.

- ¿Trajeron sus cunas? - pregunté.

- Si, ahí las traen - justo cuando dijo eso tres agas aparecieron con las cunas.

- Dejenlas dentro con cuidado, si despiertan a kosem les cortaré la cabeza - advertí serio - esma por favor pon a mis hijos en sus cunas - le pedí, ellos obedecieron mi orden.

- ¿Quieres que te ayudemos? - preguntó Mihrimah

- No, quiero estar a solas con kosem y mis hijos - dije seguro.

- Entiendo, si necesitas algo nos avisas - respondió, solo asenti.

- Cuando kosem despierte nos avisas - pidió mi madre.

- Les avisaré - aseguré antes de entrar a los apocentos.

Me dirigí al lado de kosem, aunque sabía que estaba bien y despertaría, no pude evitar sentir alivio cuando ví su pecho subir y bajar por sus respiraciones.

- Mi sultana - lleve su mano derecha a mis labios y le dejé un pequeño beso - No tienes de que preocuparte, estarás bien, Hadan se arrepentirá de esto te lo aseguro, haré que se ponga de rodillas ante ti y te ruegue perdón, pero aún así no la dejaré con vida, no puedo perdonarle esto.

Solté su mano para dirigirme a las cunas de mis hijos, ellos estaban despiertos, pero estaban tranquilos creo que esma tenía razón cuando dijo que ellos sabían lo que pasaba con su madre, cargue a Beril cuando ella comenzó a moverse inquieta en su cuna.

- Mamá estará bien - murmure bajo - solo está descansado - le dije con una sonrisa y ella también me sonrió.

Beril, era hermosa, tenía los cabellos negros y sus facciones eran iguales a las mías, pero tenía lo ojos de kosem, esos ojos tan hipnotizantes, esos ojos que tanto amo, ella y Azize ya tenían 1 año, él se parecía a su madre, su cabello era castaño, pero sus ojos eran igual a los míos, era una combinación muy buena, pero yo quería una niña que se pareciera a kosem en todo, que sea una mini versión de ella, no me preocupaba por eso, tenía muchos años para conseguir una mini kosem, pero esperaba que fuera pronto.

- Ezgi - murmure cuando ella comenzó a dar pequeños sollozos, deje a Beril en su cuna y cargue a Ezgi - shh, no llores o despertarás a mamá - murmure suave y ella dejo de sollozar.

Ezgi también tenia el cabello negro y era idéntica a mi, era la más pegada a kosem a pesar de que ella no la había traído al mundo kosem jamás hizo diferencias entre Ezgi y sus verdaderos hijos, a ella le molestaba cuando alguien decía que Ezgi no era su hija, para kosem ezgi era su hija sin importar que ella no la hubiera traído al mundo.

¿Como kosem podia ser tan perfecta? Es una mujer hermosa, fuerte, valiente, inteligente y es una excelente madre ¿Como alguien podría no amarla? Era imposible no hacerlo y tampoco quiero dejar de hacerlo amo a kosem, eso nunca cambiará, mi corazón es solo de ella, la mantendré a mi lado para siempre y matare a cualquier persona que quiera impedirlo, la ejecución de Hadan sería un claro ejemplo de que les pasaría a las personas que si quiera intentan algo contra kosem.

Los mataría, pero antes de hacerlo me aseguraría de que se arrepientan de haber intentado algo contra ella.

Un Amor Entre ÉpocasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora