El Diario de Sherlock

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-¡Vamos John, deberías perder la virginidad con alguna chica de aquí!

-¡No lo creo!

La música estaba al 100 y John y sus amigos estaban realmente borrachos, jamás lo ví actuando de aquella forma tan extraña, era como si quisiera encajar con aquellos orangutanes.

-¡Anda Jhony boy, deberías follarte a la alta de la barra!

-¡Sii! ¡Invitamos nosotros que para eso es tu cumpleaños!

Talvez haya sido el alcohol en mis venas o el alcohol en las venas de John pero estoy seguro que no era mi imaginación ver a John besando a una chica mientras bailaban de una forma para nada discreta.

Corrí a los baños y al parecer John me vio entrar y recordó lo nuestro.

🥀🥀🥀🥀

-¿Sherlock? *hip* ¡SHERLOCK!

-Aqui estoy John, no grites más.

-Hola, *hip* ¿Como te lo pasas?

-No tan bien como tú supongo.

-¿Estás *hip* enojado?

-Si, un poco. No deberías tomar tanto alcohol. Apenas son las 9

-¿Realmente *hip* cuánto te *hip* importa?

-¿De que hablas?

-Al menos *hip* no fui yo quien olvidó *hip* el cumpleaños del "amor de su vida"

-Por supuesto que no lo olvide, pero eres tan egoísta para escuchar que no me dejaste darte tu regalo.

-Claro, ahora yo soy el egoísta.

-Si. Lo eres, al menos no soy yo quien te esconde de los demás y solo te besa mientras otros no ven o cuando estás borracho. Podría gritarle al mundo entero que te amo jodidamente pero tú no harías eso por mi.

-Sabes que mi padre...

-Si, se todas esas excusas de tu padre. Y es que no es solo eso, ¡¿que tal aquella chica que besaste y todas esa mujeres que tus amigos quieren que te folles, acaso conmigo tambien bromeas a follarme y todo esto nisiquera fue real?!

-Sabes que Sherlock vete al carajo nisiquera eres atractivo, y sabes que tal vez nisiquera fue real de mi parte y solo experimentaba con el rarito de la clase. Talvez solo sea el alcohol pero estoy arto de ti y de todo tu mundo eres un bicho jodidamente anormal como todos mis verdaderos amigos dicen.

-Lo sé.

Al carajo todo no sabía por qué había hecho aquello, salí corriendo del baño con lágrimas en los ojos. No pude contenerme más, era mucho.

Jamás pensé escuchar aquellas palabras saliendo de la boca de John.

AL CARAJO EL MALDITO DE JOHN