8 Feliz cumpleaños víbora

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Era el cumpleaños de Miguel y aunque estemos en pandemia, quisimos hacer un pequeño festejo. Tenemos un grupo de 9 personas, nos conocemos prácticamente desde el vientre de nuestras madres. Anthony, Ken, Miguel, Víctor, mini Víctor, Ángel, ahora se nos unió Ana, Sof y yo.

Nos reuníamos para salir todos los veranos; subíamos el Cerro Ancón, íbamos al pueblo donde vivían mis abuelos en Veraguas, a veces a la casa de los papás de Ken en la playa, a la casa de los Víctor en Chiriquí, al Cosway y la fiesta que la mayoría de ellos disfrutaba, los grandiosos carnavales. Literalmente teníamos planeado recorrer todo Panamá juntos. Ya casi no nos veíamos por la pandemia, pero como ya todos nos vacunamos y en este lapso de tiempo ninguno se ha infectado, decidimos celebrar el cumple de la víbora.

Miguel nunca escogía tema para su cumple, solo le importaba comprar cervezas y tener un pastel que cantar, muy normal. Por otro lado a mí me encantaba decorar los cumpleaños y reuniones; así que compre globos azul y rojo, los globos con número 19, las velas, un mantel del Barca y un adorno para el dulce del mismo. Miguel amaba al Barca, era su equipo favorito desde siempre, así que fue mi inspiración para esta decoración.

Mis abuelos vinieron desde el interior para celebrar, mis tíos y primos no vinieron por la pandemia, nuestros amigos llegaron a eso de las 7:00 de la noche y todo estaba bien.

—Tu ropa es algo particular. –Dijo Miguel

—No estoy lista, genio.

—¿Cuándo pretendes cambiarte? Ya están llegando todos y creo que no quieres que Anthony te vea así. –Empezó a molestarme.

—Me vale lo que piense Anthony, si le voy a gustar tiene que ser en todas mis facetas. Pero si me voy a ir a cambiar para tomar fotos. –Dije sacándole la lengua.

Llame a Sof para que me ayudara a escoger que ponerme, era malísima escogiendo conjuntos o combinaciones y mi armario literalmente se resumía en 4 colores: Blanco y todas sus tonalidades, negro, marrón o beige y azul.

—Wow, tenemos que secuestrar un unicornio que vomite colores en este armario. –Dijo Sof.

—Pesada, sabes que los básicos me van bien, combinar colores, no es lo mío. –Dije.

—Sí, bien para un funeral. –Comenzó a reírse.

—Son básicos, elegantes y fáciles de combinar entre ellos mismos; son todo lo necesario para ser feliz. –Empecé a buscar qué ponerme.

—Sí, pero aun siendo básicos me pides ayuda.

—¿Te gusta este? –Había tomado un suéter corto manga larga blanco y un pantalón azul cielo, para mí se veía muy cool.

—¿Zapatos? –Preguntó.

—Las zapatillas blancas, las de siempre.

—¿Cabello? ¿Maquillaje? –Volvió a preguntar.

—¿Cabello? Ni siquiera me puedo amarrar una cola, obvio suelto. Solo me pondré rímel, el delineado abajo del ojo y rubor.

—Bueno ¿Para qué me necesitabas si ya tienes todo planeado? –Comenzó a reírse y salió de la habitación para buscar algo de tomar.

Me termine de arreglar, me sentía muy diva, eso no pasaba muy a menudo así que hay que disfrutar el momento. Tomamos muchas fotos y hablamos de muchas cosas; en general de los estudios y recordamos los paseos. Mini Víctor se quedó dormido a las 9:00, después de cantar.

Las horas pasaron rápido después de cantar cumpleaños, solo mi familia comió pastel porque el resto estaba tomando y sentían que vomitarían las tripas si combinaban alcohol con pastel.

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