26 Aprender a crecer y otras cosas

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Siento que es lo más morboso que voy a escribir en mi vida, no me juzguen. Espero sí les guste este capítulo

MIERDA.

Hoy nada me había salido bien, nada.
En la mañana se fue el puto internet y no logré entregar mis tareas y a mi profesora no le importa y solo dijo "ese no es mi problema"; tenía que pagar unas cosas que mamá me pidió y perdí 3 autobuses mientras esperaba a Miguel y el maldito luego no me quiso llevar.
No sé cómo pero perdí mi tarjeta de autobús y tuve que comprar otra y la maldita máquina me robó 3 dólares.

Solo me falta que me cierren el lugar de pago o que me roben el dinero.

***

¿Dónde estás?

Tratando de no matarme. ¿Por qué?

Mándame la ubicación, paso por ti.

***

Lo último que necesitaba era que Anthony resolviera mis problemas. Siempre quiere resolver mis cosas y a veces me siento tan inútil.

—No te mataste, eso es bueno.

—No quiero bromas. —le dije muy seria.

—Uy, ¿Qué tan mal estuvo el día? —preguntó mientras me colocaba el cinturón de seguridad.

—Horrible, ¿Cómo puede salir todo mal en un solo día? —empecé a decirle todo —Encima cuando venía a tu carro un perro venía tras de mí y casi me muerde de no ser por un señor que lo espantó. ¿Eso es normal?

—¿Como te pasan esas cosas? ¿Le diste las gracias al señor? —empezó a reir, su maldita risa perfecta. Me dió ganas de matarlo ahí mismo.

—No y no pienso salir más de mi casa. Y comencé a correr así que no pude ver al señor.

—Perdón que me ría, solo no puedo con tu cara. —colmó mi paciencia, lo juro. —¿Por qué no vas a salir más?

—¡Fueron 3 dólares! ¡3 autobuses! ¡Un perro! ¡Perdí la puta tarjeta! ¡No entregué mis tareas! ¡No he pagado las cosas! ¿Necesitas más explicaciones? —le terminé de decir.

—Tienes que aprender a tomar las cosas con calma. —dijo tomando mí mano. —Y deja de gritarme.

—No puedo, no quiero. ¡El estúpido celular se me está descargando y el cable no funciona! —Estaba apunto de llorar o de colapsar o de tener un ataque de ansiedad, no sé qué iba a ocurrir primero pero las 3 opciones eran válidas.

—Aprende a tomar las cosas con calma. —Volvió a decir en un tono dolido.

—Lo siento, es que... Nada me ha salido bien y me estoy estresando mucho. No sé cómo haré con las putas tareas y me quiero matar.

—Así funciona la vida. Hay días buenos y hay días malos, y siempre pasan cosas malas de vez en cuando. —me miró y yo quería patearlo —Como por ejemplo perder los 3 dólares. —Volvió a mirar al frente— Pero uno no puedes dejar que esas cosas te afecten porque si no vas a vivir con estrés, cabreada y agotada. —Me dijo todavía serio —Tienes que aprender a sobrellevar las cosas.

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