𝙳𝚄𝙺𝙴'𝚂 𝙽𝙴𝚆 𝙻𝙾𝚅𝙴𝚁 || Soukoku

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La habitación se encontraba iluminada simplemente por la luz de la luna que entraba por entre las cortinas y la ventana abierta, debajo de varias sábanas se encontraba un pelirrojo leyendo un libro con ayuda de una lámpara.
El libro era una de sus favoritos, lo había releído incontables veces y aún así se emocionaba en cada escena.

Descubrió su cabeza y giró a revisar la hora en el reloj digital después de haber acabado un capítulo, éste marcaba las tres de la mañana.

—Debería de dormir de una vez, mañana debo de ir a la Port Mafia y terminar algunos reportes –se recordó y bostezó–. Imagínense, "el ejecutivo Chuuha Nakahara llega tarde por quedarse despierto leyendo un libro de romance". Que patético.

Dejó el libro en la cómoda al lado de su cama y se acomodó para dormir un rato más hasta que tuviese que despertarse, deseaba que no se le notaran las ojeras o al menos se pudieran cubrir con algo de maquillaje.

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Al despertar con el sonido de la alarma se preparó para salir a su "trabajo", condució hasta el cuartel y al estar bajando de su motocicleta después de haberla estacionado, sintió como una bala lo atravesaba. Con rapidez buscó con la mirada empezando a nublarse al bastardo que le había disparado, notando a duras penas una figura a la distancia, un francotirador.

—Maldito... desgraciado... estaba perdiendo demasiada sangre, ni siquiera se podía mover del todo bien–.

Antes de caer en la inconsciencia, logró lanzarle una piedra con gran fuerza gracias a su habilidad, dándole directo en la frente, esperando que con eso fuese suficiente como para al menos dejarlo en coma.
Su vista se volvió oscura, cayó al piso, primero de rodillas y luego boca abajo con la idea de que pronto algún subordinado le vería y le ayudaría, eso claro si no moría antes.