24: Esta es nuestra fiesta.

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Hizo una mueca con exasperación, harto de que las orejas de su inútil lobo no le ayudasen cuando más lo necesitaba. Su espalda comenzó a dolerle, siempre que se ponía en aquella posición terminaba igual; con un dolor horrible en la lumbar. Se enderezó y apoyó ambas manos sobre la superficie que lo detenía, se acercó más y agudizó el oído esperando escuchar algo.

Pegó su oreja a la puerta, ignorando lo frío que sintió en la piel. Yuta estaba del otro lado, encerrado en esa habitación que se utilizaba como estudio junto a otro alfa, uno que desde el primer momento que le vio, lo odió con todas sus fuerzas. Escuchaba la voz de Lee Taeyong siendo seguida por la de su novio, pero eran solamente susurros indescifrables, algo que su mala audición no lograba captar y entender.

Y sí, quizá estaba mal que fuera un chismoso y escuchara tras las puertas como si aún fuera un niño pequeño y maleducado, pero ese tipo de reuniones de repente se volvieron algo común, algo que pasaba de una manera tan frecuente que comenzaba a preocuparle. Había decidido creer en Yuta, confiar en lo que le decía y aceptar ese estilo de vida que intentaba mantener oculto de todo y todos, pero, aunque Yuta ya era más sincero con él y ahora compartían todos sus secretos, sabía que ese japonés no le contaba absolutamente todo cuando se trataba de su trabajo. Era entendible, pero no podía evitar sentir miedo de ello y de la constante presencia de ese alfa con olor a fuego.

Su mente comenzaba a divagar, olvidando la posición en la que se encontraba y lo cauteloso que debía de ser. Pensaba en miles de cosas, miles de pensamientos iban y venían de su mente, logrando que se distrajera por completo, evitando que pudiera escuchar los pasos desde adentro y no pudiendo escapar a esconderse antes de que la puerta se abriera por completo. Sus ojos se abrieron con pánico al dejar de sentir la estabilidad bajo su cuerpo y el cómo no logró contenerse para no caer directo al suelo. Si no fuese por un par de brazos que le sujetaron a tiempo, sin duda hubiera caído de bruces. Aspiró con susto, sus fosas nasales se inundaron de ese agradable aroma a melisa que siempre lograba tranquilizarlo y hacerle sentir a salvo. Yuta lo sostenía fuerte por la cintura y lo ayudó a reponer su postura y que se pudiera poner de pie. Ambos alfa lo miraban con duda en la expresión, ambos esperando que diera una buena explicación para aquello.

Lee Taeyong enarcó ambas cejas, poniendo sobre sus facciones una mueca de desagrado que hizo sentir mal a Sicheng.

—¿Que carajos? —dijo el alfa ajeno a esa pequeña familia. Lee Taeyong era alguien rudo y testarudo para ser mínimamente amable.

Sicheng se quedó cerca de su alfa, sintiéndose protegido porque incluso así Yuta pasó uno de sus brazos por la cintura del omega, sonriendo e ignorando la pregunta de Taeyong. Nakamoto miró sonriente a Sicheng, o quizá más bien divertido por descubrir a su novio en aquella situación.

—¿Nos espiabas? —preguntó ahora el japonés, pero más relajado y tranquilo que el alfa mayor. Lee Taeyong rodó los ojos.

—¿No sabes lo que es la privacidad, omega? —le dijo Taeyong. El corazón de Sicheng se hizo chiquito al sentir el coraje en aquellas palabras.

—Creo que es momento de que te vayas, Taeyong.

Había dicho Yuta poniéndose frente a su omega, sabiendo que no permitiría que nadie le hablase mal a su novio frente a él y en su propia casa. Taeyong rodó los ojos y gruñó molesto, confirmando con su lobo que Yuta se había convertido en todo un jodido mandilón, como un perro faldero y obediente con su dueño. Le tiró una mirada al alfa que tenía frente a él y comenzó a caminar a la salida, no sin antes mirar al omega y confirmar que aún no había rastro del embarazado que gestaba. Respiró profundo y decidido a irse caminó sin mirar atrás, ni siquiera esperando que Yuta lo acompañase, pero sabía bien que lo hacía. Llegaron hasta la puerta y Yuta lo acompañó a su coche, ahora lejos de la posibilidad que alguien los escuchara. Tenían poco tiempo y realmente solo se habían dedicado a perderlo intentando evitar la verdadera situación. Taeyong estaba nervioso, pero no quería demostrarlo del todo. Yuta sabía perfectamente que debían moverse rápido si querían lograr su cometido.

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⏰ Última actualización: May 18, 2022 ⏰

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Hiroki Y Yo. ((yuwin omegaverse))Donde viven las historias. Descúbrelo ahora