Capítulo 5: Extrañas Relaciones.

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92 días antes de la lesión. IAD antiguo Windsor Castle High School. Nueva York, EEUU.

Si tuviera que describir la cara de Valentia con una palabra sería: Desconcierto y si tuviera que hacer lo mismo con Agnes diría: Ironía. Ambas mujeres estaban en la misma sala luego de aquella llamada pero ninguna de las dos había pronunciado alguna palabra sobre aquella situación. 

Así que Alba... – Afirma la mayor aún sin dirigir su mirada a la capitana pero con una sonrisa enorme adornándole el rostro. - Ella no tiene como unir a Anastasia con Diana, calma.

No va a tardar en averiguarlo. – Comenta levantándose Valentia para sentarse en el sofá y comenzar a masajear sus sienes.

Si tú y yo la seguimos rondando, sin duda. – Dice siguiendo con la mirada a la menor hasta que ella termina observándola directo a los ojos. - Alba tiene otro objetico que está muy lejos de ser Anastasia...

Van Asten es de esas personas que suelen verte como si literalmente te están penetrando, si sé que no es la mejor palabra, pero espero haberme dado a entender. Su mirada es la explicación a aquella mítica fantasía de la estaca que clavándose en el corazón puede matar a un vampiro. 

Así exactamente, se siente la mirada de Agnes Van Asten cuando está fija en tus ojos.

Valen no pudo sostenerle la mirada por más de 10 segundos y aquello hizo que Agnes no solo sonriera aún más, se levantara para sentarse al lado de la pequeña castaña junto a ella. 

No pretendo ir de nuevo a Lyon. – Habla la menor seria viéndola sentarse a su lado. - Entre mis planes no está encontrarme a esa hija de puta...

Hey lenguaje... - Dice reprendiendo la mujer mayor a la chica y dándole un pequeño toque en la barbilla que rápidamente es reprimido por la capitana. 

Valentia está perdida en sus pensamientos, conociéndola como la conozco sé que en su cabeza en este momento hay millones de cosas y me pesa saber que a pesar de todos los posibles escenarios, en su mente está más preocupada porque Alba pueda encontrarme, que porque Alba vaya por ella.

Yo no fui a Lyon. – Responde la mayor en tono sarcástico.

Pero estuviste en París casualmente cuando ella también. – Dice Valentia en el mismo tono logrando que Agnes ría. – Como es tu costumbre desde hace meses. – Finaliza con un tono de reclamo la menor haciendo sonreír a Ava.

París no es Lyon, policía. – Comenta levantándose a buscar en aquel bar algo interesante para aligerar aquel momento.

No sé si es común entre las excéntricas millonarias de dudosa reputación, pero Agnes no puede tener una conversación, sin una copa en la mano. Y nada de que le hace daño el alcohol o termina ebria, lo pasa como si es agua, con una facilidad impresionante.

Yo tengo la teoría de que solo hace aquello, para embriagar a quien la acompañe de su olor mezclado con el alcohol.

Pero queda mucho más cerca de Lyon que Nueva York, Agnes. - Insiste la menor ahora con un tono que expresa mucho más reclamo que el anterior si aquello se podía. 

¿Eso que escucho ahí son celos? – Dice la mayor sentándose frente a la mencionada logrando que separe los ojos y dirija su vista a cualquier lugar en aquella habitación. - Me encanta cuando dices mi nombre, Valentia. - Termina casi como un susurro diciendo esas palabras sin dejar de sonreír. 

Lamento no decir lo mismo...

¿No? – Pregunta retadora Ava tomando su rostro para que vuelva a verla. - Pero si volteaste cuando lo hice, alguna punzada en un lugar delicioso debió provocar...

La última obsesión.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora