Capítulo 14: Por Tonta.

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75 días antes de la lesión. Groupama OL Training Center. Lyon, Francia.

Intenté disimular de todas las maneras que pude mi sorpresa, no podía dejar que esta mujer se diera cuenta de lo que estaba pasando en mi mente. Y como sospechaba, ella lo sabía, lo sabía todo. Pero ¿qué quería conseguir exactamente?

Aunque mi estatus es completamente legal, no puede ser considerado usurpación de identidad si soy parte de un programa de protección a testigos.

No tengo idea de que me habla. – Respondo firme intentando avanzar a mi auto para no seguir escuchándola

Muchas personas que te abrazaron y felicitaron están casualmente ligadas a esta persona. – Insiste. - ¿Segura que no la conoces?

¿En serio viene a joderme hoy? – Pregunto intentando desviar el tema. – ¿No pudo recoger cualquier otro día?

Vengo a felicitarte e invitarte a celebrar. – Dice en un tono bastante sugerente. – Te juro que te va a gustar.

La gente que quiero/me importa está en mi casa para celebrar si no recibió invitación por algo será. – Responde abriendo mi auto intentando subir.

Los que dicen ser tus amigos son unos falsos que solo llegaron a ti con verdades incompletas. – Responde impidiéndome cerrar la puerta del carro. – ¿O Éve y Karon te dijeron que querían meterte en una relación poliamorosa? ¿Mendoza te dijo que te cayó a golpes hasta enviarte al hospital? ¿O siquiera te nombro a su madre? – Es la segundo vez que la madre de Mendoza llegó a una conversación. – Salma, ¿te dijo que te humillo en un trabajo que te consiguió con su padre? o mejor ¿Facundo te dijo que estuvo a punto de abusar de ti?

Cada palabra se me clavaba en la mente como si de puñaladas se tratasen.

Cállate. – Es lo que pueda decir para asimilar cada palabra que me dijo. – Cállate de una PUTA vez, NADA absolutamente nada de lo que me digas me va a hacer rechazarte menos, porque ere un ser insoportable. – Grito finalmente soltando todo lo que tenía atorado y logrando que algunas personas que quedaban en el lugar notaran que estaba ahí aún. – No sé cómo me enamoré de ti si en realidad lo hice. Porque ahí adentro no hay ABSOLUTAMENTE NADA BUENO.

Estrellita que nos vamos, súbete al coche. – Dice Sabana logrando que la mujer se alejara de la puerta y me dejara cerrarla.

No sé cómo logré conducir si quiera 1 Km, a los pocos minutos Sabana y yo terminamos cambiando de asientos y ella tomando el volante. Ninguna dijo nada, las dos no sabíamos que decir.

Estoy segura de que en su mente había un debate casi tan grande como el que había en la mía.

75 días antes de la lesión. Casa de Diana. Lyon, Francia.

Llegué a casa e intené disimular lo más que pude mi cara de disgusto para que nadie se enterara del episodio que había vivido antes. Sabana no dijo ninguna palabra al respecto, solo se mantuvo en silencio.

Cuando entré todo estaba perfecto para ser una fiesta armada en unas pocas horas. Gigi definitivamente no tenía una cosa que hiciera mal.

Hola mi amor. – Le digo llegando a ella que no paraba de correr detrás de Theo dando indicaciones.

Hola mi amor. – Me responde riendo.

Eres muy buena, organizaste esto en 1 hora. – Le digo bromeando viendo a todas las personas que estaban en la casa sin dejar de buscar a Agnes.

Te odio por eso. – Es su respuesta en broma mientras Theo vuelve a llamarla.

Comienzo a caminar de un lado a otro y me encuentro de cara con los marqueses, no pude evitar que un par (o un poco más) de lágrimas rodaran por mis ojos. Ellos sabían perfectamente todo lo que había pasado por llegar aquí, todo lo que había soñado precisamente con este día.

La última obsesión.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora